Tras meses de incertidumbre, finalmente se confirmó el día de ayer que el proyecto de construcción de una planta de GNL no se llevará adelante. En un primer momento, la planta iba a ubicarse en Bahía Blanca, pero el Presidente Milei decidió llevarla a Rio Negro porque «no se puede confiar en un comunista con semejante inversión», refiriéndose al gobernador bonaerense Axel Kicillof. El proyecto hubiese impactado fuertemente en la matriz productiva nacional, permitiendo exportar gas natural licuado al mundo.
Darío Irigaray, director del medio especializado ‘Vaca Muerta News’, explicó que «vivimos en un mundo donde todo evoluciona a una gran velocidad, con fluctuaciones constantes que no dan el tiempo para ponernos a construir una planta que puede tardar hasta siete años en funcionar. Entonces, lo que yo veo es una reconfiguración del proyecto donde se vienen analizando todas las posibilidades para que este proyecto crezca lo más rápido posible. Se habla de que contaremos con cuatro barcos regasificadores para darle otra velocidad y escala, por lo que no va a variar la capacidad de exportación de la Argentina».
Y el tiempo, dijo. https://t.co/hQfqnrTGxq
— Federico Susbielles (@fsusbielles) April 24, 2025
«Para llevar adelante un proyecto de las características originales, tenés que hacer una inversión que supere los 30.000 millones de dólares de una vez, siendo números muy grandes en comparación con la otra alternativa» Darío Irigaray.
Por lo tanto, el especialista resaltó que «pensar en exportar recién en el 2032 nos parecía lejísimo. Hoy gracias a que PanAmerican Energy junto a Golar y Southern Energy se pudo armar este proyecto de los barcos, que va a permitir la exportación a partir del 2027. Ya está sellado el contrato, el barco va a estar, y en dos años vamos a estar exportando GNL. Lo que se hizo fue pensar que quizás habremos estado equivocados en el enfoque que se le dio a este proyecto, y me parece que está buenísimo poder reformular y permitir la llegada de embarcaciones más pequeñas, a otra escala. Proyectos de este estilo, modulares, son los que se están llevando adelante en todo el mundo. Incluso, hay que pensar que este proyecto no niega la posibilidad de que el día de mañana traigan plantas modulares y las armen en tierra. Esto es algo que va a ir armándose de acuerdo a la velocidad que se necesite».
Finalmente, Irigaray concluyó que «se tornaba una opción muy costosa la posibilidad de invertir en la planta. En caso de invertir, la plata que vos ponés no la recuperás enseguida, mientras que si alquilas los barcos tenés otra situación. Es una reconfiguración muy positiva, que va a acelerar todo, y va a generar un gran impacto sobre todo Neuquén. Este proyecto no se podía hacer en el Puerto de Bahía Blanca y no es un tema político de pelea con el gobernador Kicillof. Vos acá tenés todo el gas de la Cuenca Austral, tenés el gasoducto San Martín que está a 20 kilómetros. Todo el gas de la cuenca se va a inyectar a los buques de GNL, y no va a haber que hacer un solo gasoducto, cuando para Bahía Blanca tenés que hacer gasoductos para poder exportar gas».