Tras la salida del cepo cambiario del pasado lunes, y la consecuente devaluación del peso tras el aumento del dólar oficial, ¿Cómo se han comportado los precios de los productos de primera necesidad en los distintos almacenes y supermercados? A esto se suman los datos de consumo minorista, que ya alcanza los 15 meses seguidos de caída interanual tras el dato del descenso del 5,4% en marzo según la consultora Scentia.
Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros nacional, afirmó que «durante el mes de marzo tuvimos importantes aumentos de precios, con el dato del 5,9% en alimentos y bebidas según el INDEC. Ya en abril, durante la primera semana seguían llegando listas con aumentos, y en ese contexto se anuncia la salida del cepo cambiario, con la preocupación que eso generó en cuanto a los precios mayoristas el lunes: nos encontramos con que no hubo ningún aumento en las listas. Desde el lunes que no tenemos cambios de precios».
«Muchas empresas se han manejado especulativamente pensando que le dólar llegaría a $1.400, y se pasaron de la línea. Creo que vamos a recuperar la meseta que tuvimos desde octubre hasta diciembre; ver el mismo precio semana a semana representa un orden para destinar cierto dinero en el almacén» Fernando Savore.
Pensando en los aumentos previos a la devaluación, durante el mes de marzo Savore notó que «grandes monopolios venían sosteniendo aumentos, algo que me llamaba la atención. Por ejemplo, en marzo una empresa de café había aumentado un 10%, siendo que sus precios aumentan cada vez que sube el dólar. Si hace meses que no subía, ¿Cómo se explican esos aumentos? Creo que las grandes empresas ya veían venir una devaluación del tipo de cambio. Argentina es el día a día, pero el formato económico que veníamos transitando fracasó. Hoy este nuevo presidente cambió el formato; hay que transitarlo y ver qué sucede».
Por último, el empresario sostuvo que «somos más de 60.000 almaceneros en todo el país, y les competimos de igual a igual a los supermercados. Es cuestión de evaluar y entender a la gente, nos adaptamos según hasta dónde puede pagar el cliente y la seguiremos remando. Cuando la polvareda baje las cosas se van a nivelar, puede llevar un mes pero vamos en un camino nuevo».