El Municipio comunicó que en los próximos días se actualizarán los valores de la tarifa de transporte público en nuestra ciudad: la tarifa plana pasará a costar $995. Se trata de un aumento automático previamente acordado por la Ordenanza N°21.906, y entrará en vigencia una vez que se actualicen las máquinas de cobro de las distintas unidades, a más tardar a mitad de la semana que viene.
Fabián Lliteras, subsecretario municipal de Movilidad y Transporte Urbano, explicó que «es una actualización que estaba prevista. Destacamos el esfuerzo que continúa realizando el Estado municipal a través de todos los bahienses por la decisión del intendente, que nos permite hoy sostener una tarifa plana de equilibrio que pone a Bahía Blanca lejos de los municipios con los boletos más caros del país. Eso sucedía constantemente en la gestión anterior, y hoy estamos en el puesto 30. Esto no tiene que ver con una competencia, sino con resaltar la decisión del intendente de disminuir el impacto a los más de 120.000 usuarios mensuales de transporte. Vemos que ha sido una decisión acertada teniendo en cuenta que no hay una disminución en la cantidad de pasajeros, algo que sí ha ocurrido en otras ciudades que decidieron trasladar esa devaluación en forma directa al usuario».
«El año pasado fue muy complejo, tanto por la devaluación del 120% en diciembre del 2023 como por la quita total de subsidios a las empresas por parte de Nación. Durante todo el año se trabajó para buscar ese equilibrio, y la decisión del intendente fue priorizar al usuario para no quitarle la posibilidad de que puedan trasladarse» Fabián Lliteras.
¿De cuánto impacto estamos hablando en cuanto a los subsidios municipales al transporte? «Además del subsidio económico por pasaje, el Municipio sostiene una batería de atributos y beneficios como pasajero frecuentes o boleto combinado, además de los atributos nacionales y provinciales. En ese caso, la Provincia ha ido acompañando cada vez más según avanzaba el retiro del Estado nacional de las compensaciones a las empresas. Ese esfuerzo del Estado Municipal permite que el impacto sea mucho menor para el vecino, quien además de sumar el costo del pasaje tiene que sufrir el aumento de los otros insumos diarios en su casa. Sin contar los aportes municipales y provinciales, hoy estaríamos hablando de un boleto de $1.500«.
En ese sentido, Lliteras destacó que «la mirada hacia el transporte público siempre tiene que ver con el usuario. Nosotros sostenemos esa mirada en un contexto donde hay una clara decisión del Gobierno nacional de favorecer al AMBA en contraposición al interior del país. Si podemos sostener un boleto en estos valores, tiene que ver con las decisiones del intendente más el acompañamiento del gobernador en la provincia de Buenos Aires. Por supuesto que seguimos afrontando desafíos para tener un mejor servicio, y vamos a seguir trabajando para mantener equilibrado el sistema, más allá de que los aumentos sean inevitables por el aumento del combustible o las paritarias».