Un grupo de especialistas del CONICET lideraron un proyecto internacional que descifró el genoma de la yerba mate (llex paraguariensis), cultivo del cual la Argentina es el primer productor. Como ya sabemos, el mismo se comercializa no solo para la elaboración de mate, sino que también significa una útil herramienta para la industria alimentaria, farmacéutica y biotecnológica.
Adrián Turjanski es investigador del CONICET en el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. En comunicación con Radio Urbana, expresó que «cuando hablamos de genoma nos referimos a donde está la información, los genes, eso que heredamos. El ADN es una gran molécula que tiene la receta con toda la información para ese ser vivo. ¿Qué podemos aprender? ¿Qué significa eso? Por un entender cómo está organizada esa información significa encontrar cada uno de los genes, lo que nos permite entender, por ejemplo cómo la yerba mate se adapta a distintos ambientes, cómo sintetiza diferentes metabolitos que le dan el sabor, los beneficios para la salud, etc. Son cuestiones muy interesantes para comprender a la tercera planta con cafeína consumida a nivel mundial».
«Quedó 100% descartado que aparezca una molécula como la ‘mateína’ que sea similar a la cafeína pero que haya evolucionado de forma diferente. Es la tercera planta más consumida como infusión con cafeína a nivel mundial» Adrián Turjanski.
Sobre esto, el investigador puntualizó que «conocer cómo está compuesto el genoma de la yerba mate nos permite hacer planes no sólo de mejoramiento, sino también de optimización de la planta, que las empresas hacen todo el tiempo pero de manera mucho menos ordenada y pensada. También nos sirve para estimular los suelos, para adaptarla a suelos menos o más áridos. Los productores podrían tener más herramientas que les permitan trabajar mejor con la planta, ser más productivos y eficientes. Conociendo el ADN tenemos el mapa para poder trabajar de una manera mucho más eficiente, y para que cada investigador pueda ir descubriendo cosas nuevas que aporten a la sociedad».
Por último, Turjanski se refirió a la situación que atraviesa la comunidad de la ciencia y la tecnnología en nuestro país: «Para nosotros es un momento terrible, de mucha angustia y muy complicado. Este tipo de investigaciones en todos los países del mundo, sobre todo en los más desarrollados, son financiados por el Estado para luego generar la capacidad de las empresas para generar productos. El sector privado se aprovecha de este tipo de investigaciones como la nuestra, algo que parecen desconocer hoy desde el Gobierno nacional. Nos han dejado sin financiamiento para poder seguir adelante con estos proyectos. Es un momento muy difícil para el desarrollo nacional».