Esta semana se caracterizó por una importante caída de las acciones tecnológicas estadounidenses en el mercado de Wall Street. Esto de debe al lanzamiento de la aplicación ‘DeepSeek’, un chat de inteligencia artificial comparable al ‘ChatGPT’, pero de código abierto y de origen chino, lo cual contrasta con la posición monopólica de las empresas estadounidenses. ¿Qué impacto puede generar esto en el mundo de la inteligencia artificial?
Carlos Chesñevar, director del Instituto de Ciencias e Ingeniería de la Computación del CONICET local, explicó que «por un lado es una noticia tecnológica, pero que a su vez trasciende el ámbito puntual de la tecnología. Esto se enmarca en la guerra fría no declarada entre Estados Unidos y China, que ha aumentado su impacto en el último tiempo a partir de medidas de EEUU evitando que sus procesadores sean exportados a China, y logrando que estos se demoraran en lograr avances en la inteligencia artificial. Lo que sucedió es que China, con tecnología menos sofisticada, logró desarrollar un modelo que más barato. Fue un golpe tremendo, demostrando que China puede hacer algo superador y puede destronar a EEUU».
«Hay muchos CEOs y directores de empresas estadounidenses cuyos salarios anuales son equivalentes a lo que costó desarrollar DeepSeek. Eso marca que en China pueden hacer lo mismo con muchísimo menos dinero» Carlos Chesñevar.
El especialista expresó a su vez que «la gran característica es que los datos son los que definen la posibilidad de construir estos modelos. Se necesitan millones de datos de internet, que son costosos de obtener. Que la aplicación sea de código abierto es una ventaja enorme para las personas que quieren experimentar y desarrollar en otros contextos. Los programadores podrán usar las ideas detrás de Deepseek, pudiendo modificarlo según las necesidades. En cambio, ChatGPT te cobra 20 dólares mensuales para acceder a ciertas características, y China ahora las da gratis o por un costo más bajo. Eso hizo desplomar las acciones estadounidenses».
En cuanto a la participación de los estados en este tipo de desarrollo tecnológico, Chesñevar aseguró que «el único conglomerado de países que marcó regulaciones fue la Unión Europea, donde siempre aparece el debate entre la competitividad y la regulación. Es el argumento base de la pelea entre EEUU y la UE; tener un desarrollo más competitivo o más regulado. China rompe ese esquema, por lo que una dicotomía de buenos y malos queda más bien desdibujada. Veremos qué termina pasando en los próximos meses, sigue siendo muy prematuro y hay muchos análisis muy interesantes a tener en cuenta».