A través de la publicación de un decreto, el día de ayer se implementó de manera oficial la baja de retenciones temporal para ciertas exportaciones agropecuarias, así como también la quita de tasas para economías regionales. La decisión tiene por fin el fomento de la liquidación para sumar reservas, y apunta a cultivos como la soja, el trigo, el maíz, el girasol, entre otros.
Eduardo Buzzi, dirigente agropecuario, planteó que «la Federación Agraria, la cual integro, lanzó un comunicado que deja en claro nuestra postura: la decisión es un alivio pero no resuelve los problemas de los pequeños productores. Es un gesto, pero no soluciona la situación de los productores del sudoeste bonaerense, que son trigueros y no sojeros. La baja de las retenciones del 12% al 9,5% no influye prácticamente nada. El ministro de Economía Caputo se vino volando de Davos para anunciar esto de manera improvisada y sorpresiva, no conversada con los productores. Es una medida con una cláusula que obliga a los productores liquidar las divisas a los 15 días de hecha la producción, siendo una actitud que responde a la necesidad de dólares».
CDC de FAA: «Las medidas anunciadas por el gobierno dan algún alivio pero no resuelven la situación de los federados” pic.twitter.com/0uXbbDySxk
— Federación Agraria Argentina (@fedeagraria) January 27, 2025
«Este Gobierno no le ha dado mucho al campo, y esta medida no es trascendente ni resuelve los problemas de los productores más chicos que sobrevivieron incluso a los ’90. No es un programa integral de desarrollo rural, sino una medida engañosa que favorece a los exportadores de granos» Eduardo Buzzi.
En cuanto a las expectativas del Gobierno nacional sobre la medida, el dirigente planteó que «creen que con esto habrá un aluvión de dólares, teniendo en cuenta lo que fue la cosecha de este año y la falta de ventas del año pasado por el retraso cambiario. Los granos están atados al dólar y no hay un futuro claro, además de la reticencia del FMI a darle 20.000 millones de dólares para confirmar el plan económico y salir del cepo, que debe ser tratado por el Congreso. Es una secuencia de cuestiones poco claras en consecuencia de los productores que solo quieren mantener sus ahorros en los campos. No es un aluvión de dólares, es una medida engañosa para la opinión pública«.
Como conclusión, Buzzi planteó que «todo esto no cambia el problema estructural que venimos atravesando. Las condiciones que atravesamos son una tormenta perfecta para poner en crisis a los pequeños y medianos productores, el productor va a terminar vendiendo lo justo y necesario para mantener su empresa agropecuaria y sus gastos básicos. Los productores más chicos no tienen granos disponibles, y no esperan una gran venta de granos por desconfianza; prefieren tener sus granos en las silobolsas en sus pueblos antes que salir a vender. Pensando en lo temporal de la medida, me pregunto si en marzo cuando viene la cosecha de girasol y soja, ¿se van a animar a subirlas nuevamente? ¿Qué situación contable y administrativa van a tener los productores para que les suban las retenciones?».