El ex espía declaró en febrero que el anterior gobierno ordenó dejar de investigar a Irán por el atentado a la AMIA. El dato se conocía, pero Clarín lo publicó ayer, a días de que la Cámara Federal resuelva si reabre la causa por la denuncia de Nisman.
Con otra asombrosa operación se buscó ayer presionar a la Sala I de la Cámara Federal para que reabra el expediente por la denuncia que formuló Alberto Nisman antes de morir. Los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler resolverán esta semana si mantienen firme o revisan la decisión que tomaron hace un año cuando coincidieron con el juez Daniel Rafecas en que no existía delito en lo denunciado por Nisman. La maniobra de ayer consistió en reflotar, después de siete meses, la declaración testimonial del ex espía Antonio Jaime Stiuso, sin que apareciera ninguna novedad.
El ex Side dijo en su momento que el número 2 de la agencia de inteligencia le había ordenado en 2012 no investigar más a Irán por el atentado contra la AMIA. El dato es tan poco creíble que ni siquiera Nisman lo incluyó en su denuncia. El elemento más sorprendente de la declaración de Stiuso del 27 de febrero de 2016 es que la jueza Fabiana Palmaghini –alineada con el espía– debió imputarle falso testimonio y no lo hizo. En febrero de 2015 Stiuso dijo que no sabía nada de la muerte de Nisman, que lo asombró y que hacía meses que no lo veía. En febrero de 2016, en cambio, sostuvo que lo asesinaron y afirmó que seguramente fue un comando iraní. No aportó ninguna prueba y al día siguiente su abogado le bajó el precio: “No tiene pruebas directas de que a Alberto Nisman lo hayan asesinado. No tiene un testigo ni nada que se le parezca. Tiene una interpretación de los precedentes que pudieron llevar a que a Nisman lo mataran. No, tampoco sabe qué grupo intervino”. Esta declaración devaluada fue la que reflotaron.
Enjuague
El diario Clarín sorprendió ayer con el llamativo enjuague de la declaración de Stiuso. El matutino le dedicó el principal título de tapa como si se tratara de una novedad. El contenido de la testimonial se conocía y había producido respuestas y desmentidas. Por ejemplo, fue público que Stiuso dijo que en 2012 el número 2 de la SIDE, Francisco Larcher, supuestamente le dijo que no investigara más a los iraníes respecto del atentado contra la AMIA. Y fue pública la respuesta de Larcher señalando que eso era falso y que jamás le dio esa instrucción.
La única explicación para que se haya revivido ayer aquella declaración es la intención de presionar a la Sala I de la Cámara Federal que resolverá si abre o no la denuncia original de Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner y contra el ex canciller Héctor Timerman. La imputación original era por encubrimiento de los iraníes, es decir que lo publicado ayer por Clarín encaja justo en la idea de la denuncia de Nisman acerca de que existió la intención de no investigar a Teherán.
Desde que se firmó el Memorandum de Entendimiento con Irán, la derecha de Washington e Israel buscaron inculpar al gobierno de CFK, acusándolo de beneficiar a los sospechosos. Fue parte de la ofensiva contra lo que llamaron “los gobiernos populistas”. En esa sintonía internacional, Nisman –y seguramente Stiuso– y los dirigentes de la comunidad judía argumentaron que se intentó levantar las capturas con alertas rojas de los acusados iraníes, que se iba a canjear petróleo por granos y que se iba a armar una pista falsa, de fachos locales, para sacarle de encima la acusación a los iraníes. Nada de eso ocurrió.
La denuncia del fiscal llegó al juzgado Rafecas quien no sólo señaló que nada de lo mencionado por Nisman sucedió, sino que el propio Memorandum nunca entró en vigencia. Por lo tanto, no existía delito para imputar a CFK y Timerman. El fallo de Rafecas fue confirmado por la Sala I de la Cámara Federal hace un año y luego el recurso desistido por la misma razón, inexistencia de delito, por el fiscal Javier De Luca. Este año, la fiscalía de Cámara y la DAIA volvieron a la carga y la Sala I debe resolver en los próximos días.
Ingenuo
Resulta llamativo que se haya presentado el testimonio de Stiuso como el de una persona neutral. En verdad, el ex espía estaba con el rencor de haber sido eyectado de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y que el gobierno de CFK lo haya denunciado penalmente por numerosos delitos, entre ellos contrabando agravado, ocultamiento de pruebas, incumplimiento de los deberes de funcionario público y espionaje ilegal.
Más llamativo todavía es que no se consigna que la declaración de Stiuso no era la primera. Ya lo había hecho en febrero de 2015. En ese momento dijo que “le asombró” la muerte del fiscal y que no tenía ningún elemento sobre lo ocurrido. La fiscal Viviana Fein le preguntó por qué no había atendido las llamadas de Nisman en la víspera de la muerte y Stiuso dio una respuesta poco creíble: dijo que no escuchó las llamadas porque tenía el celular en vibrador. Lo real es que el espía impulsó al fiscal a presentar su denuncia y después lo dejó solo.
En 2016 Stiuso cambió totalmente su declaración. Dijo estar convencido que a Nisman lo asesinaron, aunque no aportó ninguna prueba. Sostuvo que el homicidio fue cometido por un comando iraní, pero cuando se le pidió algún elemento, argumentó que “igual con el tema de los iraníes, no es relevante si uno tiene o no custodia, porque uno, si es un blanco, te estudian, te estudian y ya saben cómo te movés… Con esto vengo a significar que la custodia cuando uno tiene de enemigo a esta gente, no tiene sentido..”.
De esa manera, Stiuso cambió totalmente su declaración anterior, al punto que el juez Ernesto Botto criticó a su par Palmaghini por no haberlo procesado por falso testimonio.
Es esta declaración –vieja, refutada, descartada por el propio Nisman, sospechosa de ser expresión de una venganza contra el anterior gobierno y pasible de una acusación por falso testimonio– la que pretende ser usada para presionar camaristas.
Fuente: pagina12.com.ar