En las últimas horas, el ministro Federico Sturzenegger del área de Desregulación y Transformación del Estado, avanzó con la decisión de permitir a las y los clientes de las estaciones de servicio a autodespacharse el combustible. Más allá de las inquietudes que esto genera en materia de seguridad, la medida vulnera más de 70.000 puestos de trabajo de trabajadores y trabajadoras de estaciones de servicio de todo el país.
Ricardo Gómez, delegado del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages y Playas de Estacionamiento (SOESGYPE) en Bahía Blanca, marcó que «el principal temor tiene que ver con la pérdida de los puestos de trabajo. Estamos hablando de 70.000 familias que viven de esta actividad, y una modificación de la ley de estas características significa la perdida de empleo masiva en el sector».
«Como representantes gremiales debemos en primer lugar evitar los despidos, es una de las realidades más crudas que nos toca vivir» Ricardo Gómez.
Además de la situación estrictamente laboral, el sindicalista resaltó que «también hay que tener en cuenta el hecho que no estamos en condiciones de implementar este tipo de servicios, pensando más que nada en la seguridad e higiene de personas. Ni hablar de la cantidad de tiempo que se pierde cuando cada cliente se expende su propio combustible. Si bien no lo veo inviable, no creo que sea aplicable a corto plazo».