Sin contar el viaje actual a la ONU, desde que asumió, Malcorra voló 594 mil kilómetros en 37 visitas oficiales, según el registro de audiencias. Fue nueve veces a Nueva York
La imaginación de Julio Verne se quedó corta: Susana Malcorra recorrió 594.536 kilómetros en 10 meses. Más precisamente, considerando que arrancó su tour junto al presidente Mauricio Macri al foro económico de Davos, el 20 de enero, un mes después de asumir, la Canciller dio 14 vueltas a la circunferencia de la Tierra en 231 días.
Los datos surgen de un relevamiento del registro oficial de audiencias de gestión de intereses de la funcionaria, completado entre el 10 de diciembre del año pasado al último 14 de septiembre. Sin contar el actual viaje protocolar a la 71 Asamblea de Líderes de Naciones Unidas, que aún no fue asentado en dicha agenda, Nueva York fue el destino más visitado por Malcorra: estuvo nueve veces antes, siempre para participar de alguna actividad de la organización de la que supo desempeñarse como jefa de Gabinete de Ban Ki-moon antes de buscar reemplazar a su ex jefe.
El 9 de febrero fue su primer desembarco en Manhattan para, según se consignó en el registro oficial, una disertación en el Council on Foreign Relations. También participó, en viajes posteriores, del Comité de Descolonización y de la sesión especial Ungass 2016. Otras citas neoyorkinas fueron anotadas como «reunión de trabajo».
Roma, Santiago de Chile, Londres, Bruselas y Beijing, fueron las demás ciudades a las que Malcorra regresó. A cada una voló dos veces. Por variadas razones: desde acompañar a Macri a una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano, a ver a la italiana Federica Mogherini del Consejo Europeo; pasando por un encuentro de la Alianza del Pacífico; hasta por el G20.
Quito, Addis Abeba, Ginebra, La Paz, La Habana, Montevideo, Beirut, México, Santo Domingo, Berlín, Tokio, Nairobi, Río de Janeiro, Luanda y El Cairo, son otras capitales en las que aterrizó la ministra de Relaciones Exteriores. También como «visita oficial» figura su paso por Rosario, su ciudad natal, en la que se reunió con el gobernador santafecino Miguel Lifschitz y cenó en la Bolsa de Comercio, antes de despegar hacia China. Este kilometraje local no fue contabilizado en el relevamiento de El Cronista.
«Tenemos que volver al mundo», repite Macri como un mantra, algo de lo que en el Palacio San Martín pueden jactarse. El 20 de mayo, el Presidente oficializó lo que ya era un secreto a voces: que la Argentina candidatea a Malcorra para ser la futura secretaria general de la ONU. Días antes, en el Líbano, Malcorra se había mostrado junto a los Cascos Blancos como una carta en la baraja de la política internacional en el campo de refugiados Bekaa, que alberga a 275.000 personas huidas de las guerra civil siria.
Desde entonces, lo que derivó ayer en el reproche de diputados opositores (ver Página 10), la funcionaria intercaló en su agenda internacional su doble rol de canciller argentina con postulante a reemplazar a Ban Ki-moon. «Malcorra viaja a Egipto para pedir apoyo a su candidatura a dirigir la ONU», tituló la agencia internacional EFE. En El Cairo, la Canciller se entrevistó con su homólogo egipcio, Sameh Shukri, y con el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit. Malcorra venía de Angola. Ambos países son miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, órgano que tiene la potestad de proponer a la Asamblea General su nuevo secretario general. Si bien las votaciones son secretas, en las informales realizadas hasta ahora, Malcorra llegó a quedar tercera.
Fuente: cronista.com