El día de ayer se presentó oficialmente la segunda edición de la Fiesta del Cubanito, que se llevará adelante el 14 y el 15 de septiembre en la pista de atletismo del Parque de Mayo. Contará con la presencia de una gran cantidad de bandas locales, cerrando con la participación de Luceros y los Caligaris respectivamente. Además, participarán los foodtrucks, una feria de emprendedores y de la economía social, y se realizará el Concurso Bahiense del Cubanito (CBC).
Natalia Martirena, directora del Instituto Cultural, celebró que «es representativo pensar esta fiesta como un espacio donde sumar nos hace más fuertes. Buscamos seguir sumando espacios para las infancias, para las ferias, los foodtrucks. Queremos que no sea solo un evento, sino una fiesta de articulación y de producción. Nos vamos a encontrar a todos los cubaniteros juntos, y dimensionaremos cuánta gente trabaja en ese rubro. En las reuniones me conmovió cómo ellos asumen su práctica; hacer un cubanito tiene que ver con el cuidado del otro».
«Preparar la fiesta implica un intercambio entre el cubanitero y quien lo consume, es un día especial. La participación del público es fundamental porque es una fiesta para la ciudad completa» Natalia Martirena.
Pensando el trabajo que se lleva adelante a diario desde el Instituto Cultural, la funcionaria planteó que «pensamos constantemente dónde estamos en términos culturales en la ciudad. Lo entendemos como un ecosistema general, y en ese sentido el Instituto Cultural debe generar mapeos e indicadores que nos muestren qué tenemos en Bahía Blanca. Somos la segunda ciudad con más bibliotecas en la Provincia, tenemos bandas locales con un contacto directo con el Conservatorio. Existe un escenario de profesionalización de nuestros músicos locales. Debemos fomentar que ellos crean que pueden ser los próximos que acaparen el escenario».
Por último, Martirena marcó que «venimos realizando un trabajo silencioso y a largo plazo en el territorio a través de talleristas, articulación entre bibliotecas y museos, etc. Debemos comprender a las políticas de gestión como una trama, ubicándonos desde Bahía Blanca en la región y la Provincia. Vender el arte no es solamente una cuestión económica, es una agenda paralela que nos hace programar las políticas públicas. Hay un compromiso de la gente que trabaja en el Instituto Cultural, algo que el intendente Susbielles plantea como una necesidad».