El Senado aprobó este miércoles en general con modificaciones el proyecto que incorpora la figura del arrepentido para casos de corrupción al Código Penal con 57 votos afirmativos y 4, en contra. Ahora, deberá volver a Diputados para su sanción definitiva.
En tanto, con 63 votos afirmativos y 3 negativos quedó aprobada la ley que establece un proceso penal abreviado para delitos cometidos en flagrancia. Cuando alguien sea sorprendido en medio de la ejecución de un delito, la causa judicial debe iniciarse, como máximo, 24 horas después del arresto del delincuente. En ese plazo el detenido, su abogado defensor y el fiscal de la causa deben presentarse ante el juez y luego habrá un período de 20 días para la presentación de pruebas, prorrogable por 20 más.
El proyecto que incorpora la figura del arrepentido -impulsado por el Frente Renovador en Diputados- propone incluir los delitos de corrupción, delitos del Código Aduanero y asociación ilícita. La iniciativa permite reducir la pena a toda persona imputada que brinde información comprobable sobre casos de corrupción, aunque en ningún caso el arrepentido podrá acceder a la eximición de prisión. Además, sólo podrá acogerse al beneficio en caso de que la información que proporcione esté referida a delitos tipificados con una pena igual o mayor a la suya, pero si el arrepentido tuviera una pena de reclusión perpetua, la reducción no podrá ser mayor a 15 años.
El acuerdo de colaboración se celebrará exclusivamente entre el fiscal y las personas que brinden información, y no aplicará para los casos en que se investiguen delitos de lesa humanidad.
Entre las modificaciones que introdujo el Senado en la letra del proyecto original, la principal es la que establece que el plazo límite para ejercer el derecho a arrepentirse sea la elevación a juicio oral de la causa. Con esto «se evita la especulación por parte del delincuente que se acoge a la figura del arrepentido», según justificó durante la última reunión de comisiones el jefe del bloque de senadores del PJ-FPV, Miguel Ángel Pichetto.
Otro de los artículos que se agregaron a la iniciativa indica que el arrepentido puede tomar esa figura penal en un proceso penal del que es parte y señalando a personas con su misma responsabilidad o mayor, pero nunca en otro proceso. Asimismo, sólo puede referirse a situaciones de las que fue parte involucrada y nunca a comentarios hechos por terceros.
Durante el debate en el recinto, los diferentes senadores fueron marcando su postura con respecto a los proyectos. «Necesitamos una reforma mucho más amplia y estructural que integrar la figura del delator o arrepentido. El sistema de flagrancia le da valor a las pruebas policiales, y sabemos que la policía puede ‘plantar’ pruebas», advirtió Liliana Negre de Alonso.
En tanto, el senador Luis Naidenoff sostuvo que «la corrupción genera un daño patrimonial muy fuerte y además deslegitima el proceso democrático» y destacó que la figura de la flagrancia «fue la que facilitó la investigación en Brasil del escándalo de Petrobras y la investigación en la FIFA». Además, agregó que «la ampliación más fuerte a la figura del arrepentido sería contra los delitos contra la administración pública».
La senadora mendocina del FPV, Anabel Fernández, explicó a su turno que «la figura del arrepentido no ha sido efectiva para la persecución del delito organizado o complejo. La verdad que a mí los vecinos no me paran por la calle pidiendo por la sanción de la figura del arrepentido».
En tanto, Fernando Pino Solanas expresó que «la flagrancia le da un enorme poder a las fuerza represivas bajo la excusa de un proceso rápido y expeditivo. En este marco por supuesto que nos oponemos al proyecto». «Nos merecemos debatir si se va a desinfectar el complejo de inteligencia, con un control parlamentario en serio», arremetió.
El senador Marcelo Fuentes se manifestó en contra del proyecto y señaló: «reconozco la labor de darle un sentido armónico a eso que mandaron de Diputados pero voy a votar en contra del proyecto. No se puede legislar a las trompadas y en función de las presiones mediáticas, son cuestiones serias».
El senador chaqueño Ángel Rozas manifestó que con este proyecto se está incorporando «la figura del arrepentido a los delitos contra la administración pública». «Es necesario mostrarle a la ciudadanía que los políticos no somos una corporación tratando de autoprotegerse», agregó.
Fuente: ambito.com