Un estudio presentado por el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) con el respaldo de casi cincuenta gremios las CGT y las CTA, pone de manifiesto que si bien la inflación se desaceleró al 1,8 por ciento mensual en julio, ya acumuló una suba del 45,4 por ciento promedio en el año.
Según este estudio, el salario real cayó un 7,9% en julio respecto de noviembre de 2015, cuando se iniciaron los relevamientos.
Además, los precios aminoraron su ritmo de crecimiento en medio de la recesión y la marcada caída del consumo, pero el problema sigue afectando con mayor dureza a los hogares con menores ingresos.
Se trata de la inflación que afecta a los asalariados registrados dado que al confeccionar el indicador la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) tiene en cuenta el impacto de los precios en los salarios promedio.
En los hechos, la suba generalizada de precios al consumidor mostró una desaceleración en julio al ubicarse en el 1,8% debido a que en junio el alza en el costo de vida había sido del 2,7%, según este mismo estudio.
Alimentos y bebidas, uno de los rubros clave, registró un incremento mensual del 3,3% con un impacto del 60% en la suba de precios general, de la mano del «aceitazo» y de los incrementos registrados en los valores de las verduras.
Fuente: infonews.com