El mes de abril representó un desplome en la actividad económica para las pequeñas y medianas empresas argentinas: según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, el mes pasado cayó un 18,3% en comparación con el mismo período de 2023. Así, la caída acumulada en el primer cuatrimestre del año alcanzó un 19%.
Salvador Femenía, secretario de Prensa de la CAME, recordó en comunicación con Radio Urbana que «ya veníamos de un 9% de caída en marzo, por lo que esto es una pronunciación de esta tendencia. Hay que tener en cuenta que comparamos con abril de 2023, donde todavía había consumo a diferencia de este año donde la actividad todavía no arrancó. A su vez, la caída de la actividad se nota aún más por el desplome del poder adquisitivo. Mas del 70% de lo que se produce va al mercado interno, y como no hay consumo no hay demanda de los mismos».
? Con ese resultado, el primer cuatrimestre del año cierra con una merma de 19% en comparación con el mismo período de 2023 ?
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«Creo que deberían acelerarse algunos procesos para que la competitividad sea por menor la presión impositiva y la baja de regulaciones. Nuestra presión impositiva es muy alta, y ha subido en los últimos meses. El impuesto país y la suba de impuestos provinciales y municipales hacen al encarecimiento del proceso productivo» Salvador Femenía.
¿Cuáles son los rubros particularmente más afectados entre las PyMEs? «Papel e Impresiones es el que más cayó. Le sigue Metal y Maquinaria de Transporte. El siguiente es Químicos; esos son los tres que tienen que ver con la industria en general. También se nota la caída en Maderas y Muebles. Alimentos y Bebidas cae un 13,7%, y lleva un 15% acumulado. En abril se ha visto que algunos precios se han acomodado un poco a la baja, pero a través de promociones y ofertas, que lo puede realizar el sector minorista de supermercados y nosotros no lo podemos hacer. El consumidor busca segundas y terceras marcas para ajustar su presupuesto, y eso produce un cambio en la demanda de las grandes empresas».
En cuanto a las expectativas de una recuperación en los próximos meses, Femenía expresó que «se tiene que dar un impulso más notable para empezar a hablar de recuperación. Con la desaceleración de la inflación y acomodar los precios relativos no alcanza. Todavía faltan elementos y acompañamiento de la política, cualquier discusión sin acuerdos no da un marco de confianza y estabilidad política para poder proyectar e invertir. Hoy hay una expectativa de baja de inflación en los mayoristas, pero cabe preguntarse cuánto va a durar, porque la capacidad de aguante no es infinita. La gente cree en los cambios estructurales y tiene esperanza, pero se tiene que trasladar en crecimiento, no solo en baja de inflación».