Tanto hoy como mañana, las y los trabajadores de la sanidad en Bahía Blanca están llevando adelante un paro por un conflicto salarial con las clínicas privadas. El mismo surge porque el sindicato arribó en marzo a unas paritarias con aumentos del 45%, el cual no está siendo reconocido por la dirección de los hospitales privados, aduciendo que no cuenta con los fondos necesarios para hacerle frente.
Carlos Deguer, presidente de la Asociación Médica, aseguró que «la situación es muy critica. Ayer nos reunimos en el Ministerio de Trabajo con el gremio, todos los hospitales, y la federación de clínicas. La propuesta de los hospitales es ya conocida, hoy no se puede afrontar la paritaria para marzo y abril. El punto básico que se discute es que los hospitales no están en condiciones de pagar una paritaria que habitualmente era apoyada por las obras sociales, tanto públicas como privadas (PAMI, IOMA y obras sociales sindicales), así como también con apoyo del Estado. Eso se perdió y todo el costo fue absorbido por los hospitales. Un aumento del 45% para cada hospital implica un monto de entre $100 y $130 millones para cada uno aproximadamente. Es prácticamente imposible para este momento, algo que todo el mundo entiende, aunque los trabajadores están en su derecho de cobrar lo que merecen».
«No se llegó a un acuerdo y se planteó una reunión en el lapso de dos semanas para plantear el rumbo de los salarios de los hospitales. Mientras los salarios sean por debajo de los $400 dólares, es imposible que tengamos un sistema de salud que sea superador» Carlos Deguer.
A su vez, agregó que «esta es una situación crónica que venimos denunciando hace mucho tiempo. Con los valores que perciben y los incrementos que tienen que absorber, se hace insostenible la supervivencia de los hospitales. Tenemos incrementos en medicamentos e insumos en dólares, en los recibos patogénicos como oxigeno, sin contar los servicios. La luz en uno de los hospitales locales llegó a $8 millones, son montos inabordables.
El médico puntualizó en el abandono que el Estado nacional está generando en las clínicas privadas, al marcar que «hace cuatro años que todas las clínicas del país recibían un apoyo económico que iba directo a los trabajadores. En un momento se llamó ATP, luego REPRO y en última instancia FESCAS. Este apoyo estatal implicaba un aporte al sueldo del trabajador de entre el 10/15%; el último que se cobró fue de $156.000 por cada trabajador. Es un apoyo no menor que se terminó de pagar en enero, y con el cambio de política estatal ya no se recibe. Ese monto ahora lo deben absorber los hospitales».