La sargento Clara Carolina Silva, integrante de la Policía de la provincia de Buenos Aires, involucrada en las amenazas contra Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, fue desvinculada del caso. Ahora la investigación apunta a su ex pareja -también efectivo de la Bonaerense- quien, usando perfiles falsos en redes sociales con los datos de la suboficial, intimidó públicamente a los funcionarios.
«El hecho se origina por una denuncia que recibe la Justicia a raíz de varios tuits donde se proferían amenazas contra el Presidente, la gobernadora y el ministro de Seguridad», explicó una fuente con acceso al expediente.
Las intimidaciones provenían de la cuenta @carosilva911, la foto de perfil era el escudo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, e identificaba a una efectivo policial con su nombre y legajo. Los tuits publicados sentenciaban: «Voy a hacer justicia por todos los argentinos, voy a matarlos» y «la policía no amenaza, cumple y mata». También había otros mensajes de mayor gravedad como: «Hoy te voy a matar acá en la quinta Los Abrojos. Ojalá estés con tus hijos así mueren todos juntos», en referencia a la propiedad del Presidente en la zona de Malvinas Argentinas. Llegaron mensajes del mismo tenor a la cuenta de la ministra Patricia Bullrich.
A partir de la denuncia se inició una investigación en el Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora y en la UFI 22 Descentralizada Malvinas Argentinas del Departamento Judicial de San Martín, a cargo del doctor Pablo Rolón, quien citó a la suboficial aludida, quien se presentó inmediatamente en sede judicial y desconoció las publicaciones sobre las cuales había sido acusada. En su declaración, la sargento imputó a su ex pareja, el oficial subinspector de la misma fuerza, Ramón Cabral, de quien se encuentra separada hace casi un año. Según la declaración -a la que accedió Ámbito Financiero- Silva aseguró que no es la primera vez que su ex la involucra en falsos hechos y que, además, la denunció en otras oportunidades.
La denuncia originaria había sido recibida en la línea de emergencias 911 de la Policía Federal, en la cual una persona advirtió que escuchó a sus vecinos realizar amenazas contra el Presidente, la gobernadora y el ministro Ritondo. Las pesquisas determinaron que la llamada provenía desde un locutorio.
Silva no recibió cargos en su contra y se elevaron las actuaciones al Juzgado Federal N° 2 de San Martin, Secretaría del doctor Ariel Marcilian. Para la Justicia era obvio que las amenazas no venían de su lado. «Al revisar la cuenta y analizar el objetivo que perseguían esos mensajes intimidatorios a funcionarios como la gobernadora María Eugenia Vidal desde el 5 de este mes, queda claro que si Silva fue la autora, entonces tenía una obvia voluntad de autoincriminarse, ya que llevaban no solo su nombre y apellido sino también su número de legajo y su DNI», sostuvieron los investigadores.
«Hija de puta, tenés que morirte, no me vas a poder echar. Junto la plata para vos también», fue uno de varios tuits dedicados a Vidal. «La plata que yo junto del juego se la llevan ustedes, así que no sé qué descubrió, continuó el responsable de las intimidaciones, que fueron subiendo de tono.
Más allá de la inocencia de la sargento, la interna de la Bonaerense no queda afuera del análisis de lo sucedido. En la lista de tuits, hay mensajes que señalan a Vidal con un fuerte enojo y que tienen una evidente lectura de cara a los conflictos que se suscitaron a raiz de los cambios en la fuerza, con 20 comisarios mayores que tuvieron que abandonar sus puestos a partir de la nueva gestión de Cambiemos. Esto se suma a la quita del control de horas adicionales en espectáculos deportivos y las siete plantas verificadoras de automóviles que controla la fuerza a lo largo de la provincia, dos cajas clave para la Policía provincial, y a las acusaciones que enfrenta el jefe Pablo Bressi por presunta complicidad narco, recaudación negra y violencia de género.
Fuente: minutouno.com