Cecilia Bravo es chofer de colectivos de larga distancia desde el año 2012. En la última década, se le negó sistemáticamente la posibilidad de formar parte del plantel de choferes en las líneas de colectivos locales solo por el hecho de ser mujer. Esta semana, otra vez la Justicia le dio la razón: la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo con sede en Mar del Plata falló tras su denuncia por discriminación y determinó que las empresas de transporte público local (San Gabriel, Rastreador Fournier y Bahía Transporte SAPEM) tendrán 5 años para incorporar mujeres para cubrir un 25% de las vacantes que surjan.
En comunicación con Radio Urbana, Cecilia detalló que «estoy empezando a caer en la cuenta de todo lo que he logrado y hoy estoy mas movilizada que nunca. Es algo increíble, son casi 10 años que vengo peleando por tener esta oportunidad que pido simplemente porque estoy capacitada para hacerlo. Nunca pedí trabajar de algo que no sé».
«Vengo trabajando en larga distancia la misma cantidad de años que vengo luchando por la línea urbana, al no recibir respuestas por ninguna empresa. En el 2015 hice más de la mitad de los viajes del plantel de Tiro Federal en el Federal A, fuimos hasta Tucumán y Chaco. Desde allí, llevé también a Villa Mitre, Olimpo, Santamarina de Tandil, tanto planteles como hinchadas» Cecilia Bravo.
Repasando su historia, recordó que «tuve dos veces en el Concejo Deliberante la Banca 25, estuve rodeada de concejales felicitándome pero no cambió nada. Agradezco el apoyo del INADI, que desde el 2019 siguió mi caso y lo llevó a la Defensoría planteando que yo fui víctima de discriminación. Desde 2021, cuando fue el anteúltimo amparo, se me dijo que tenía que ser convocada para cualquier puesto de conducción por tener experiencia comprobada. A diciembre de 2022 entraron choferes nuevos, y mientras tanto llevo 10 años esperando una oportunidad de empleo. Ni siquiera pudieron cumplir con lo que dijo la Justicia: que me convocaran. Nadie los obligaba a tomarme y sin embargo no se respetó mi derecho«.
¿Qué conllevó ese rechazo en la vida de Cecilia? Admite que a día de hoy, si surge la posibilidad de ingresar a una línea de transporte urbano «no se lo que haría. En su momento yo tenia a mis tres hijos más chicos, y estar en Bahía Blanca significaba tener mi sustento estando cerca de ellos para acompañarlos. Eso ya no fue posible, me perdí un montón de cosas por ser chofer de larga distancia, me perdí acompañar a mis hijos, me perdí cumpleaños».
Por último, la chofer reflexionó que «esta lucha no fue solo por Cecilia Bravo, es para abrirles la puerta a tantas mujeres que quieren tener esta posibilidad y Bahía Blanca nunca les ha abierto la puerta. Yo aré la tierra y puse la semilla, ahora queda regarla y que esto dé sus frutos en la ciudad. Esta profesión es hermosa y espero que muchas mujeres puedan disfrutarla».
«En el mismo tiempo que arranqué mi lucha acá, otra gran luchadora como Mirta Cisneros empezó la suya en Salta. Ella logró una ley de competencia nacional de cupo femenino en las empresas de colectivos, y hoy el 50% de las empresas de Salta tienen mujeres choferes. No es que soy una iluminada, me vengo basando en la lucha que se viene dando en toda la Argentina» Cecilia Bravo.