Pancho de Molo fabrica diferentes tipos de cuchillos desde hace 14 años. En Total Normalidad, dio detalles de cómo comenzó con su emprendimiento y la pasión por este tipo de herramientas y las claves para este tipo de fabricaciones. «Mi abuelo se retiró a los 40 años de la marina y se armo un taller. Crecí ahí y pude aprender muchas cosas que me sirvieron con el tiempo en un colegio técnico», contó.
«Hice un cuchillo, empecé a estudiar y capacitarme. Siempre fue difícil porque había poca información».
Sobre los procesos que lleva adelante para desarrollar la herramienta, sostuvo que la clave es el tratamiento térmico del acero: «Hay muchas variedades de acero sujetos a normativas internacionales que varian de acuerdo a la composicion quimica del acero. De acuerdo a eso hay mejores aceros que otros. La base de todo es su tratamiento termico».
Por otra parte, Pancho explicó que la artesanía de cuchillos «siempre existió a nivel mundial y nacional, pero ahora lo vemos más con la llegada de las redes». La diferencia, menciona, es que actualmente percibe «una ola de artesanos que encararon este oficio como medio de vida».
«En los comienzos de Argentina no habia desarrollo de aceros. Se usaban sables rotos envueltos en tela como cabos y se llevaban en la cintura».
Sobre sus clientes, Pancho comentó que «existe desde la persona que va a un asado con amigos para mostrar algo distinto, cocineros o chefs y coleccionistas: «Tengo un cliente con cuchillos de todo el mundo, tiene 70 hechos por mi. Los guarda en una vitrina sellada al vacío», relató.
Sobre las características necesarias para utilizar un buen cuhillo, Pancho expresó que «tiene que ser liviano (150 o 170 gramos), fino y lo ideal es que esté discriminado si es para diestros o zurdos. Eso da una ventaja en el corte».
Quienes quieran contactarse con Pancho pueden hacerlo a través de su Facebook o Instagram