Ayer se llevaron adelante diferentes manifestaciones de referentes sociales de los barrios en nuestra ciudad. Se concentraron en las delegaciones municipales y, entre otros pedidos, expresaron su disconformidad con la asistencia alimentaria otorgada por el Estado.
Una de las protagonistas de la jornada fue Zunilda Zarabia, referenta de la Corriente Clasista Combativa, quien se movilizó a la delegación de Villa Rosas. Dijo que «reclamamos ayuda con los comedores; necesitamos donación de garrafas, que nos ayuden para seguir cocinando. En cuanto a lo alimentario tenemos una tarjeta de $4.000 o $6.000, no alcanza y no damos a basto».
Además de ello, también presentaron «problemáticas del barrio como alumbrado, arreglo de calles del Barrio Evita, Thompson, o Ferro, y también seguridad«. En cuanto a la respuesta conseguida, Zunilda destacó que «el delegado -Luis Tonín- nos atendió muy bien, hablamos y estamos agradecidos porque obtuvimos respuesta. Anotó nuestros reclamos y nos dijo que va a estar en contacto con nosotros».
Zaravia marcó que «antes de la pandemia nos daban un bono para una garrafa, después cuando cambiamos de delegado eso se corto. Está costando porque somos muchos comedores y merenderos. El bono era para una garrafa por mes, que después tuvimos que comprar nosotras. Estoy usando entre dos o tres por mes, cada una nos dura 10 días como mucho».
«Hay que dejar de mirar para arriba o para adentro del Municipio, esto se lo digo al intendente, que empiece a mirar los barrios. Ayer le dijimos al delegado, no puede ser que todas las delegaciones estemos afuera en las calles, nos cansamos de que nos traten de negros planeros y nos miren mal» Zunilda Zaravia.
En cuanto a la asistencia alimentaria por parte del Municipio, sucede algo particular: Hasta agosto del 2020 la Secretaría de Políticas Sociales enviaba bolsones con comida para las personas de mayor necesidad en la ciudad. Desde ese momento, éstos fueron cambiados por una tarjeta con $4.000 o $6.000 según la situación para la compra de alimentos. Ese monto jamás fue actualizado hasta la fecha, cuando la inflación del período (según CREEBBA) fue del 172,3%. En otras palabras, hoy se necesitan $16.340 para comprar la misma cantidad de alimentos que en agosto de 2020 se conseguían con $6.000, licuando tanto la ayuda recibida como los fondos aportados por el Municipio. Esto obviando el hecho de que pasar de bolsones a tarjetas ya representa un ajuste por si mismo, al tener el Municipio la posibilidad de comprar al por mayor por precios mucho menores a los que puede conseguir cada familia individualmente.
Sobre esta situación nos comunicamos con Vanina González, secretaria municipal de Políticas Sociales, quien no contestó la inquietud. Zaravia detalló que «hay mayor demanda de la gente de Villa Rosas, nos han pedido abrir más lugares y no alcanzan. En el sector hay entre 20 y 25 comedores y merenderos, y a cada uno asisten entre 40 y 50 familias. Suele venir gente de otros barrios también a buscar. Damos comida dos veces a la semana, y una vez la copa de leche».
«Lo que dijimos es que por lo menos nos ayuden con un bono de garrafas, la situación es malísima. La pandemia pensamos que había terminado pero aún no termina: hay una pandemia de desocupación y de falta de alimentos. Ayer buscamos una respuesta, la estamos esperando. Sino tendremos que salir a la calle. Somos laburantes» Zunilda Zarabia.
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