Se sigue desarrollando el juicio contra la vicepresidenta Cristina Fernández por la denominada causa ‘Vialidad Nacional’, que analiza su rol encabezando una presunta asociación ilícita detrás de las supuestas irregularidades existentes en la construcción de 51 obras realizadas por la constructora de Lázaro Báez en Santa Cruz entre los años 2003 y 2015.
Analizamos este desarrollo con el periodista judicial Raúl ‘Tuny’ Kollman, quien afirmó en comunicación con Radio Urbana que «yo seguí este juicio por tres años, y desde ya Lázaro Báez era local en Santa Cruz, y era difícil ganarle una licitación. Tenía toda la maquinaria y el personal ahí. Además, las licitaciones no las hizo la Nación, las hizo la provincia de Santa Cruz. La metodología era que la Nación financie después de que el Congreso Nacional vote. La licitación, la adjudicación y el control era de la Provincia«.
A su vez, marcó controversias con la metodología utilizada para generar evidencias: «Durante el juicio, de las 51 obras sólo se peritaron 5, y ahí los peritos no estuvieron de acuerdo. Lo importante es si las obras se hicieron o no, si se pago de más o si se pago algo que no se hizo. Ahí el macrismo hizo una auditoría que marcó que no se pagó nada que no haya sido construido, y que las construcciones eran buenas. Los ingenieros que hicieron esa auditoría durante el macrismo dijeron que era imposible determinar el tema de los precios. Dicen que las rutas no llevaban a ningún lugar, que terminaban en la nada, que los barrios estaban inundados, y la realidad es que las obras las interrumpió el macrismo».
«No es verdad que Báez fuera un empleado bancario, era el gerente general, tenía sus contactos. El, estando ya en esa posición, empezó a gerenciar la principal empresa constructora de la Provincia. No ganó ninguna licitación fuera de Santa Cruz, y mismo dentro de la provincia perdió la más importante» Raúl Kollman.
A que no sabés a qué equipo le hizo el gol Macri? Siiiii!!! Adivinaste!! A Liverpool! el equipo del Fiscal Luciani, del Pte. del Tribunal Giménez Uriburu y del camarista Llorens, el que sobreseyó a Macri en la causa por espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan. pic.twitter.com/p29GW3L8lR
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 9, 2022
A todo esto, la defensa de la vicepresidenta tomó la decisión de recusar al fiscal Diego Luciani, y al juez Rodrigo Giménez Uriburu luego de que se difundieran imágenes jugando juntos al fútbol en la quinta de Mauricio Macri, en un partido donde también participaba el ex presidente. Sobre esto, Kollman opinó que «cualquiera puede darse cuenta que si te enjuician, y el fiscal es amigo del juez, tu perspectiva de que el fallo sea imparcial es dudosa, eso está prohibido por la ley. Debería excusarse el juez, quien tiene la última palabra. El fiscal tiene el deber de objetividad, el juez tiene el de imparcialidad e independencia. Si todo se cocina así, si van a jugar a la quinta del presidente, se ha perdido la objetividad. Era la quinta de Macri, no era un lugar neutral y no corresponde».
«La Corte acaba de convalidar que los dos jueces de casación, Borinsky y Hornos, sigan siendo quienes opinan en las causas contra Cristina, habiendo ido clandestinamente a la Quinta de Olivos y a Casa Rosada. Es impresentable; si acá se toma una decisión y se apela, quienes deciden son ellos» Raúl Kollman.
Y si no te alcanza… 2do testimonio fotográfico: en el “mismo equipo” juega Roby Martínez, cuñado del candidato presidencial de Cambiemos para el 2023, Horacio Rodríguez Larreta. Pensar que me armaron una causa porque decían que un día lo habían visto al Juez Cassanello en Olivos pic.twitter.com/uR35BsibEY
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 8, 2022
Por último, Kollman afirmó que «en los tres años de juicio, nadie nombró nunca a Cristina Kirchner. Dicen que este es el juicio que se va a usar para proscribirla. A mí honestamente no me parece. Hay un fallo de la Corte Suprema en el caso de Menem, que ganó su banca estando condenado en dos instancias. Si eso es así, este juicio tendrá definición en marzo del año que viene, y después de eso viene la apelación a Casación, que suele tardar un año o más, y luego de eso falta la Corte».
Concluyó al marcar que «si como maniobra política aceleran todo, es más difícil, y han hecho cosas peores con Lula en Brasil o Correa en Ecuador. Meterla presa con esta causa sería muy raro, porque tiene fueros. Pero por lo que me cuentan, está tentada a no tener fueros el año que viene luego de las elecciones».