Desde la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (CADiGas) reclamaron por una solución al importante desfasaje que existe entre el valor de la garrafa al público y el costo que representa su distribución. Sobre esto habló Carlos Pulella, apoderado de la entidad.
En primer lugar aclaró que «hoy en día una garrafa en las puertas de los depósitos cuesta $701, y nuestro costo de ir a buscar el producto y llevarlo a los puntos de venta es de $620 por garrafa. El desfasaje es altísimo, y hace casi 6 años venimos con ese deterioro».
«Nosotros a través de CADiGas nucleamos a 115 de los 180 distribuidores de gas envasado, el 82% de las ventas habilitadas. Quiero aclarar que venimos con este reclamo hace más de cinco años. Es un proceso que lleva mucho tiempo» Carlos Pulella.
¿Cómo atraviesan esta situación? Pullela agregó que «nosotros cubrimos ese desfasaje con un terrible proceso de desinversión. No renovamos camiones, no cambiamos envases, nos endeudamos, achicamos la estructura, dejamos de vender en lugares lejanos. El Gobierno nos ha dado algunos paliativos, pero no alcanzan».
En concreto, afirmó que «necesitamos un aumento del 50% del margen que recibimos. Hablaríamos de una garrafa muy por encima de los $1.500 pesos. Después el Estado deberá ver cómo alivianar eso para las familias. Nosotros hacemos este pedido permanentemente. Estamos en un período de transición de nuevas autoridades, y son muy conocedores de la situación que vive el sector».
«Este mercado de las garrafas está regulado por la ley 26.020, donde el Estado fija el precio de venta al público, y los precios de toda la cadena. Hoy el 50% de la población argentina utiliza gas en garrafas» Carlos Pulella.
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