Sergio Massa es el nuevo ministro de Economía, Producción y Agricultura, según confirmó este jueves por la tarde el Gobierno nacional a través de un comunicado.
Uno de los puntos clave es el el control por parte de Massa del Ministerio de Economía en reemplazo de Silvina Batakis, que asumió hace apenas 24 días. La funcionaria juró como titular de la cartera económica el pasado 4 de julio y recibió la noticia de su desplazamiento este jueves, luego de retornar de su reunión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Estados Unidos.
En este contexto, el economista, Gustavo Burachik brindó su postura sobre el superministro: «No hay ninguna razón para entusiasmarnos con este nuevo experimento porque no olvidemos que el Frente Renovador fue un pilar fundamental del gobierno de Mauricio Macri».
«Esto que se presenta como nueva experiencia es una experiencia fallida», consideró.
El economista también hizo referencia a «No hay que dejarse llevar por las impresiones de la suba y baja del dólar, los bonos, las acciones, ya que son mercados con muchas variantes».
Para Burachik, los medios de comunicación tratan de instalar que los mercados tuvieron hoy un día positivo con caída del dólar blue y el riesgo país y subas en las acciones que cotizan en Wall Street, sin embargo «esta nueva experiencia política con Massa tiene las mismas contradicciones que las que acaban de fallar (Guzman, Batakis); plantean un programa de ajuste económico cuyos efectos inmediatos serán el aumento del desempleo y el agravamiento de la crisis social y económica». Por lo cual, «es una interpretación contradictoria porque lo que resulta favorable para los tenedores de bonos es inverso a lo conveniente para un asalariado o para un jubilado», sostuvo.
El problema básico de las conveniencias tiene que ver con que los grandes empresarios argentinos le piden una devaluación más acelerada del peso y un ajuste fiscal, y esas medidas serían muy desfavorables para amplios sectores de la población.
La semana anterior hablamos con el economista, Santiago Manoukian, sobre el boom de los restaurantes llenos en CABA e insistió en que este fenómeno no se da solo en la recreación, gastronomía, turismo interno y entretenimiento, también en venta de bienes durables.
Por su parte, Gustavo Burachik remarcó que en Bahía Blanca es un porcentaje muy chico de la población el que está en restaurantes porque, «las estadísticas indican que la mayoría de la población está hacinada, no llega a fin de mes, el salario promedio está muy lejos del mínimo de consumo de pobreza. Hay un 30% o 40% de la fuerza de trabajo que realiza changas y tiene salarios desenganchados del sistema formal. En este momento llegamos a un 45 o 50% de gente que está por debajo de la línea de pobreza».
A la vez, remarcó que este fenómeno de bares llenos, «genera una impresión distorsionada de la situación socioeconómica».