Magalí Agnello es una fotógrafa bahiense que documenta a través de sus fotografías de autorretrato su trastorno bipolar.
Con más de diez años de carrera, Agnello se dedica principalmente a dar clases de fotografía y a brindar información sobre el trastorno bipolar a través de diferentes medios. Luego de finalizar un proyecto previo de una fotografía por día, en el 2015 inició ‘Contame Algo’.
«A mediados de 2017 comencé a dejar fotos por la calle, pegué muchas en la Universidad Nacional del Sur, con un mensajito y, en 2020 cuando se empezó a poder salir de nuevo, empecé a pegar más en el centro y me sorprendió muchísimo la cantidad de respuestas».
Fue diagnosticada con un trastorno bipolar. Sin embargo, mucho antes de que su psiquiatra diagnosticara su enfermedad, Agnello convivió en silencio con los síntomas.
«Yo no soy bipolar, tengo trastorno bipolar, pero no me define. Te puedo decir que soy fotógrafa, porque eso si me identifica», indicó.
El activismo en redes y los proyectos fotográficos de Magalí han ayudado a cientos de pacientes diagnosticados a no sentirse tan solos ante la enfermedad; han contribuido también a que familiares y amigos entiendan a sus allegados que padecen este tipo de dolencias; e incluso sanitarios especializados en enfermedades mentales han reconocido que el material de la artista supone una herramienta más ‘humana’ para dar a entender el trastorno, saliéndose de las cuestiones técnicas de los manuales médicos.
Sus instantáneas podrían haber quedado relegadas al ámbito privado, pero publicarlas fue la forma que Magalí encontró para derribar el tabú en torno al trastorno bipolar. La artista evidencia así que sólo hablando de salud mental lograremos desestigmatizar estas dolencias que padecen en silencio cientos de personas a nuestro alrededor.
La apatía, la fatiga que la dejaba postrada en la cama, la depresión, la desidia, los pensamientos suicidas se turnaban con los otros indicios de bipolaridad que se encuentran en el lado contrario: la euforia desbordante, los pensamientos acelerados, la cabeza rebosante de ideas inconexas, tantas, que resultaba imposible dormir.
El año pasado la contactaron de la producción de un documental de EE.UU sobre salud mental. Uno de los productores encontró una de sus fotos en internet y le pidió a su equipo que la contactaran porque quería incluir sus imágenes en el documental.
El documental es sobre salud mental de jóvenes americanos y para eso entrevistaron a adolescentes, profesionales de la salud, familiares y la fotografía acompañó mucho la producción.
Y agregó. «Me llegó un mail de las coproductoras y en el que me contaban que estaban produciendo un documental de salud mental de Estados Unidos, y les interesaba utilizar fotos mías. Para esto, tuvimos una reunión virtual y coordinamos cuales usarían. También me dijeron que me iban a pagar, lo cual esta bueno porque acá cuesta mucho que te paguen por el trabajo».
Antes de su estreno, el documental lo pasaron en la Casa Blanca, con la presencia de la primera dama de EE.UU. Jill Biden, quien dio un discurso antes de que lo pasaran.
El documental puede verse online en inglés o en castellano: https://www.pbs.org/show/hiding-plain-sight-youth-mental-illness/