En Bahía Blanca, los veranos son muy calurosos y mayormente despejados, los inviernos más fríos y parcialmente nublados y está ventoso todo el año.
¿Qué pasa con las temperaturas? Así lo explicó María Cintia Piccolo, doctora en Oceanografía y licenciada en Ciencias Meteorológicas: «Siempre tuvimos climas extremos en Bahía, la única diferencia es que ahora es más intenso, pero es una ciudad con un clima de transición; entre el cálido y húmedo desde el norte y el frio y seco del sur».
Y agregó que, «hay que alertar a los habitantes, acostumbrarnos a la variabilidad y estar preparados para frío, calor, viento y sobre todo las tormentas eléctricas».
Para la licenciada, este fenómeno de bajas temperaturas se da por una sumatoria de procesos: «Hay una variabilidad climática generada por el cambio climático y el calentamiento global. Esperamos muchos cambios en el clima y no solo pasa en Bahía», al mismo tiempo, indicó: «Lo único novedoso es la variabilidad climática que vamos a observar en que los fríos van a ser más intensos».
Sin embargo, expuso que, «las temperaturas que tenemos en este momento ni siquiera son las extremas. Hace varios años hemos tenido -12° durante más de una semana que fue terrible donde las personas mayores tenían que estar adentro».
Por otra parte, alertó: «Lo que podemos esperar es que en los próximos 10 años se incrementen estos cambios. Hay que preparar a los habitantes, acostumbrarnos a la variabilidad y estar preparados para frio, calor, viento y sobre todo las tormentas eléctricas».
Hablar de cambio climático es hablar del impacto del medio ambiente en nuestro día a día. Por este motivo, es un imperativo conocer las medidas para frenar el calentamiento global e implicarnos en la reducción del cambio climático.
Vamos camino a un cambio climático irreversible y como sociedad tenemos que hacer algo para mitigar estas alteraciones.
Según la doctora en Oceanografía, «podemos controlar actividades humanas que no contribuyan a la generación de metano y el dióxido de carbono», y que, «en Bahía estamos trabajando con investigadores de la Universidad Nacional del Sur (UNS), y midiendo qué plantas son mejores para absorber el dióxido de carbono con la generación de techos verdes. Además, tratamos de ver cómo en nuestra región y, en nuestra ciudad, se puede contribuir con la disminución de gases de efecto invernadero», concluyó.