Como todos los jueves, siguen adelante las audiencias por el juicio de lesa humanidad correspondiente a los crímenes ocurridos en la Zona V del Ejército en la última dictadura militar. Mientras tanto, la querella en conjunto con las organizaciones locales por los derechos humanos manifestaron su inquietud por la lentitud con la cual el tribunal está llevando adelante el proceso.
Mónica Fernández Avello, abogada querellante en la megacausa, se refirió a la situación y manifestó que «estamos en instancia de testimoniales, ya llevamos 10 audiencia y solo se tomaron 4 testimonios, todo esto en 75 días. Tenían calculado que si declaraban 6 testigos por día íbamos a tardar entre 2 y 3 años, y hoy se citaron 4, por lo que a este ritmo tardaremos 5 años. Además, el horario es de 9 a 15 hs. El día que se citaron 6 personas a declarar, se mandaron 3 a la casa de vuelta«.
Recordamos que este es el 8° juicio de lesa humanidad que se lleva a cabo en Bahía Blanca, y es el más grande de la historia en la Provincia de Buenos Aires: se juzgará a 38 imputados, tiene 334 víctimas y participarán más de 200 testigos. La cantidad original de imputados era mayor, pero 15 de ellos o fallecieron o fueron declarados incompetentes para ser juzgados por razones físico-mentales. Por este motivo, la velocidad es clave para evitar una impunidad biológica.
Las quejas están dirigidas específicamente al tribunal a cargo del juicio, conformado por los jueces Ernesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido. Entienden inadmisible que las audiencias se corten de manera puntual a las 15 hs. cuando todavía quedan personas por declarar, lo que genera una revictimización. La abogada querellante explicó que «si citás 6 testigos el tribunal se puede quedar después de las 15 hs para terminar con los testigos, pero la resolución de ellos fue bajar la cantidad de testigos. Vos no los podés cortar ni apurarlos, en cualquier juicio común los testigos se ponen nerviosos, imaginate en este caso cuando las victimas pasaron por torturas, las mujeres por violaciones. El Estado le pide que recuerde luego de 48 años tratando de olvidar, entran con un psicólogo al tribunal, es una situación de estrés muy importante».
Fernández Avello agregó que «todo el año pasado pedimos más audiencias, lo estamos pidiendo en cada día que nos toca. Cuando pedimos algo hablamos desde la experiencia, ya lo hemos vivido. Por supuesto que se pueden quedar después de las 3 de la tarde. La última audiencia a las 12.30 les dijeron a 3 de los 6 testigos que se vayan. Los tuvieron 4 horas esperando y después les dicen váyanse. Realmente no hay forma de revertir esto, porque que lo resuelve el mismo tribunal es inapelable. Hay acordadas de la Corte Suprema en la que todos los juzgados deben dar prioridad a los juicios de lesa humanidad, y eso no está pasando«.
Por último, explicó que «este tribunal nos viene haciendo chocar con esto desde el principio con el espacio reducido, donde no pueden ir colegios, tenemos problemas con la seguridad, los genocidas se cruzan con las víctimas». A diferencia de los juicios anteriores, este no se realiza en Colón 80, sede de la Universidad Nacional del Sur, a pesar de que la institución educativa lo haya puesto a disposición. En cambio, se lleva adelante en el edificio del Tribunal Federal Oral en lo Criminal, espacio ampliamente más pequeño.
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