La Unión Industrial de Bahía Blanca realizó presentó un informe con información sobre la situación actual de sus asociados y el impacto del aislamiento que impuso la pandemia en diversos aspectos.
El primer indicador que presentan es la variación de la actividad de octubre de 2021 respecto a igual período del 2019 (sin pandemia) y 2020 (en pandemia). En este sentido, se registra una “mejora relativa en el nivel de actividad” que se produjo ante la “salida de la pandemia” y en comparación con las restricciones de hace un año, el aumento en la actividad es del 43%. Sin embargo, al analizar el mismo período previo a la pandemia se distingue que la cantidad de empresas que mejoraron es inferior, aunque el aumento en la actividad es del 28%.
Por otra parte, se registró este año un aumento en el plantel de personal que se corresponde con el Índice de Demanda Laboral Industrial (IDELAI) y según la entidad esto se debe a “la demanda contenida durante la pandemia y la posterior recuperación de los planteles”. Sin embargo, comparando al mismo período de 2019, no se distinguen cambios trascendentales.Respecto a los cambios que impuso la pandemia en la operatividad de las empresas se distinguen la implementación de protocolos de seguridad e higiene de manera obligatoria, lo cual impactó negativamente en los costos y en menor proporción, la adaptación al trabajo remoto y la reconfiguración horaria.
En este sentido, la mayoría de las firmas retornó al trabajo presencial en su totalidad luego de atravesar la etapa más restrictiva de la pandemia y algunas mantuvieron esquemas mixtos de trabajo o trabajo remoto pero solo grupos reducidos.“Los empresarios además advirtieron aumento en los niveles de stock, atrasos en el abastecimiento por parte de sus proveedores y aumento de licencias por COVID y personal de riesgo”, indica el informe.
También fueron consultados sobre las ayudas gubernamentales y las respuestas sobresalientes se vinculan, principalmente, con la necesidad de reducir contribuciones patronales, créditos a tasa subsidiada para capital de trabajo, algunos aspectos tributarios (moratorias en diferentes agencias recaudatorias y reducción de alícuotas de percepciones) y asistencias para el pago de salarios, ya sea como ayudas directas o como créditos.