El Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, perteneciente a la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires presentó un informe en el que destaca que el consumo de psicofármacos cuadruplicó en ventas al resto de los medicamentos y superó ampliamente su promedio general histórico de consumo, durante la pandemia de coronavirus.
Según el estudio, los motivos del crecimiento de las ventas, de productos que se adquieren bajo receta y pedido de los pacientes, fue por ansiedad, estrés y automedicación, entre las causas más frecuentes.
Desde el Observatorio de Adicciones sostuvieron que la «normalidad pandémica» implicó efectos colaterales para gran parte de la población a nivel mundial y el impacto se dio en adultos mayores, adultos, jóvenes y niños.
El Defensor del Pueblo bonaerense adjunto y responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, Walter Martello, señaló que durante la pandemia “creció exponencialmente el uso de psicofármacos” y alertó sobre la fuerte tendencia de los argentinos a “automedicarse”.
«El consumo de psicofármacos aumentó 4 veces más que los medicamentos en general debido a la pandemia».
Martello sostuvo que un primer informe realizado sobre esta problemática señaló que hay “un aumento de casi 2 millones de dosis en el consumo de dos medicamentos: Alprazolam que es un ansiolítico para el abordaje de casos más leves y el Clonazepam que se usa para el tratamiento de los trastorno de ansiedad, ataques de pánico y depresión”.
“Además se registró la aparición de estas dos drogas entre los 10 medicamentos más vendidos en el país”, agregó.
El funcionario sostuvo que ante esta información, se desarrolló una encuesta más amplia para obtener datos cualitativos, en la que «se detectó que 1 de cada 4 personas comenzó con el consumo de alguno de estos medicamentos por recomendación de un familiar cercano, o un amigo», lo que, indicó, «es un problema».
Martello, señaló que de la encuesta también se desprende que la mayoría comenzaron la ingesta por no poder dormir: «La razón del aumento de psicofármacos se debió en gran parte a los trastornos de la salud mental que trajo la Covid-19 como el insomnio y los problemas de sueño».
Por otra parte, hablamos con la tesorera del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, María Eugenia Beguiristain, «hemos vivido la pandemia estando en contacto permanente con la gente porque seguimos siendo el primer punto de contacto de salud con el público en general», contó.
Según Beguiristain, las personas se encontraron con que los medicamentos que tenían recetados estaban pronto a finalizarlos y al no poder concurrir a un consultorio, derivaron esas consultas a la farmacia.
«Como pudimos fuimos gestionando en algunos casos nuevos contactos con obras sociales, médicos, aún hoy seguimos recibiendo recetas virtuales, no dejó de reconocer que fuimos beneficiados con una actividad que no cesó nunca».
En tal sentido, detalló que «en nuestra ciudad fue notable el incremento de las ventas de antiácidos como así también alguna sustancia para conciliar el sueño, pero todo bajo receta médica». Además, resaltó que le problema mayor fue para las personas que no tuvieron acceso consulta profesional».
Para los especialistas, Walter Martello y María Eugenia Beguiristain, «la atención profesional y evitar la automedicación, son dos puntos fundamentales del tratamiento».