La pandemia del coronavirus Covid-19 llegó para sumar nuevas patologías y, día a día, se anuncian descubrimientos sobre las secuelas que pueden quedar en aquellas personas que contrajeron alguna de las variantes del virus SARS-CoV-2.
En Revista Anfibia publicaron un articulo en el cual algunes especialistas analizan las secuelas de quienes atravesaron el COVID en casa están empezando a estudiarse. Hablamos con una de ellas, la neuróloga del Hospital Italiano, Mariana Bendersky: «Muchas personas que atravesaron la enfermedad de manera severa comenzaron a consultar por problemas de memoria y/o problemas en la frecuencia cardiaca».
Plantean que el malestar abarca más de 200 síntomas en 10 órganos distintos, y puede durar hasta 6 meses después de haber recibido el alta médica. La comunidad científica lo llama “Long COVID”. Niebla mental, déficit de atención, fatiga, alteración del olfato. Esto es un avance ante la incertidumbre de las personas afectadas y del sistema de salud, que hasta ahora no había hecho seguimiento de pacientes leves.
La especialista, Mariana Bendersky, explicó que muchxs pacientes no sienten gusto u olfato y otros lo recuperan de forma distorsionada, «sienten olores extraños. Son cosas muy especificas, calabaza quemada, bosque quemado. En general huelen cosas quemadas. Otros sienten olor a vomito y, en el mejor de los casos, olor a chocolate. Muchos creen que es por el crecimiento del sistema olfatorio que crece de forma aberrante y empieza a conectar cosas que no son». Sin embargo, «la mayoría de las personas se fueron recuperando, hay que consultar a un neurólogo para confirmar que no haya secuela».
Las secuelas de pacientes que atravesaron el coronavirus y que no necesitaron internación es materia de estudio y no hay, hasta ahora, información exhaustiva que permita comprender los efectos del virus en toda su complejidad.
«Mucha gente que antes tenía muy buena memoria y luego de atravesar la enfermedad comenzó a olvidarse de ciertas cosas, la única manera que encontraron para recuperarse fue haciendo cosas distintas a las que estaban acostumbrados, se van rehabilitado. La paciente que más tiempo demoró en recuperarse fue 6 meses».
Agudo, persistente o crónico: las diferencias se dan con el tiempo.
Para cerrar, la profesional del hospital Italiano indicó sobre la importancia de consultar con un neurólogo para confirmar que no haya secuela. «Sabemos que existe que es un síndrome real y hay que darle entidad y consultar».