El episodio protagonizado por el cantante Chano Charpentier, que terminó internado con un disparo en el abdomen y varios órganos comprometidos, volvió a poner la mirada sobre el reclamo social que apunta a generar más accesibilidad al sistema de salud. En Total Normalidad hablamos con el el referente del área de salud mental del Municipio, Hugo Kern, sobre la problemática de las adicciones y la salud mental: «En el hospital municipal se interna a una persona por día que entra en estado de coma alcohólico y por consumo de cocaina, por año».
Desde la promulgación de la ley de salud mental, ley 26.657, se han alzado innumerable voces cuestionando diversos aspectos que presuntamente se desprenderían de la letra de la ley. Entre ellos, la prevalencia de la voluntad de quien presenta un padecimiento mental para decidir acerca del tratamiento que desea realizar y la disposición de la internación en hospitales generales de quienes, sea voluntaria o involuntariamente, requieren de dicho abordaje por encontrarse en una situación que implique un estado de riesgo para sí mismo o para terceros.
Asimismo, cuando se procediera a una internación involuntaria, la ley establece la obligatoriedad de la comunicación a un juez, quien intervendrá con el objetivo de velar por los derechos de la persona internada.
De ningún modo la ley impide la internación involuntaria de personas en estado de riesgo; sí establece las condiciones en que la misma debe llevarse a cabo.
En este sentido, para Kern agregó: «Hay una red pública bastante importante con un sistema de atención y con un centro de prevención en casi todos los barrios de Bahía Blanca. En estos casos, lo primero que se intenta es hacer las cosas de manera gradual. En nuestra sociedad está muy instalada la idea de que la internación es la única respuesta, pero es solo una forma de tratamiento cuando está justificada».
El licenciado en Piscología, Hugo Kern, también se refirió al accionar policial en situaciones de esta gravedad. «En el 2017 hubo una comisión interministerial que planteó la necesidad de capacitar a las FFSS, se hicieron algunas, pero no se continuó porque siempre hay cosas que lo retrasan. Acá empezamos con las capacitaciones en la fiscalización», contó.
La falta de capacitación del personal de las fuerzas de seguridad en cuanto a procedimientos para poder llevar a cabo la contención y traslado de una persona con padecimientos mentales o adicciones, resulta por demás evidente.
Por otra parte, explicó que «hablar de brotes psicóticos es estigmatizante, siempre se habla de personas peligrosas, son mecanismos».
«En Bahía Blanca hay algunos recursos, en los últimos 10 años se ha tomado conciencia, pero todavía falta mucho recorrido además pensando en lo que se viene, porque hay que pensar que la pandemia va a tener consecuencias».