Hablamos con Jorge Aliaga, físico e investigador del CONICET sobre el alarmante numero de fallecidos en Argentina por coronavirus teniendo en cuenta que hace una semana nuestro país superó los 100 mil decesos a raíz del virus.
«Se puede estimar que si no se hubiera alcanzado en mayo el porcentaje al que se llegó de vacunados mayores de 70 años, hoy tendríamos 20.000 muertos más», dijo el físico e investigador del Conicet, Jorge Aliaga.
Destacó la trascendencia de las medidas que evitaron el colapso del sistema de salud durante las dos olas de la pandemia y el impacto de la campaña de vacunación lanzada con en el objetivo de salvar vidas.
«Sin la vacunación no podríamos haber sostenido esta cantidad de casos sin que colapse el sistema de salud».
En tal sentido, indicó que: «El objetivo del año pasado, que era ganar tiempo hasta fortalecer el sistema de salud, se logró; también se consiguió hasta ahora tomar medidas cuando los casos aumentan de modo drástico para evitar el colapso. Es decir que en Argentina no hubo muertos por falta de atención médica en 2020 y en 2021, sino que hubo casos puntuales de mucha tensión, pero no tuvimos las imágenes que habíamos visto de Nueva York, el Reino Unido o Italia», puntualizó.
Según explica el investigador, este extenso delay de meses entre la muerte de una persona por Covid-19 y la carga de la misma en el sistema, podría explicarse teniendo en cuenta que las partidas de defunción, que se cargan en los registros civiles de cada provincia, son de papel y no digitales. «La baja de casos tarda entre 20 y 30 días en reflejarse en fallecidos».
«Esta semana desde el domingo hasta ayer miércoles cargaron 57 fallecidos del año 2020; 73 fueron de mayo y 132 de junio. Es decir que lo que se cargo en esta semana tenía un 20% que no era ni siquiera de julio».
Por otra parte, habló de diferentes variables que explicarían, en parte, la percepción de esta meseta de muertes, que no desciende del promedio de 400 diarias.
El primer factor responde a una demora natural propia del ciclo de la enfermedad. «Desde el momento en que la persona se contagia y muere, pasan alrededor de 20 días. Entre que murió y se cargan los datos al sistema, puede pasar una semana. Cuando los casos aumentan, uno tarda un mes en ver el incremento de fallecidos. Lo mismo pasa cuando los casos bajan. Se trata de una demora natural; una variación que es propia de la evolución de la enfermedad», explica Aliaga.