El sindicalismo peronista logró de Mauricio Macri una serie de concesiones económicas para sus organizaciones y espacios de poder a cambio de postergar otros reclamos que apuntaban a mejorar salarios y contener el empleo. Fue el principal resultado de la cumbre que mantuvieron los jefes de las tres CGT con el mandatario en la quinta de Olivos. El combo ofrecido por el Gobierno incluye fondos extra para obras sociales, la suba del seguro por desempleo y la normalización del PAMI con lugares para sindicalistas.
Las demandas que no fueron atendidas, en cambio, pasan por la reforma integral del Impuesto a las Ganancias, que Macri ratificó que deberá esperar hasta el año que viene para entrar en vigencia más allá de que su tratamiento parlamentario se concrete en este período. También quedó postergado el pedido de universalización de las asignaciones familiares. En cambio, el jefe de Estado ratificó que habrá un desembolso extra para las organizaciones de salud de los gremios de $ 2.700 millones, como anticipó el viernes este diario.
Al encuentro fueron Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló, líderes de las tres fracciones de la CGT, con referentes de los sectores internos más influyentes de esa central, como Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), Juan Carlos Schmid (portuarios) y Gerónimo Venegas (peones rurales). Junto a Macri estuvieron su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
Los compromisos asumidos por Macri están en su mayoría orientados a reforzar el poderío de los gremialistas tradicionales a expensas de los reclamos públicos que sostenían relacionados con la ola de despidos, la inflación creciente y la precaria situación de los jubilados.
Sobre el primer punto, en lugar de un freno a las cesantías se acordó una mejora en el fondo de desempleo, que permanece congelado en $ 400 desde hace más de una década. Como compensación por la inflación, los funcionarios se comprometieron a adelantar a mayo la convocatoria al Consejo del Salario para actualizar el piso legal de ingresos, y también garantizaron que se elevará el aporte de los monotributistas a las obras sociales. Y respecto de los jubilados, la concesión será a medida de los dirigentes: normalizar el PAMI, intervenido desde hace años, y colocar en su directorio a gremialistas y representantes de la tercera edad.
Sigue modelo
Las promesas, en particular la de la obra social de los jubilados, implican un modelo similar al que aplicó en sus primeros años de Gobierno Carlos Menem, con la integración de gremialistas como Barrionuevo y Lingeri en las estructuras de la seguridad social. Pero la mayor concesión fue la distribución del excedente de 2015 del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que se compone de aportes de las obras sociales y que el Estado debería devolver al sector a través de reintegros por las prestaciones médicas más costosas. Como adelantó este diario el viernes, Macri dijo ayer que se distribuirán en el corto plazo 2.700 millones de pesos extra entre las organizaciones de salud de los gremios.
«Fue una reunión positiva y se habló de todos los temas. Hay compromisos de avanzar sobre fondo de desempleo, monotributo, salario mínimo y normalización del PAMI», le dijo a este diario Venegas, el único gremialista de los presentes ayer que de manera explícita hizo campaña por Cambiemos. El dirigente admitió que los cambios en Ganancias podrán discutirse este año en el Congreso pero recién quedarán plasmados en las escalas y deducciones del tributo en 2017. Y agregó que frente al reclamo por despidos, que elevaron sobre todo Caló por los metalúrgicos y Martínez por los albañiles, el Gobierno prometió «armar mesas de trabajo» para analizarlos y reactivar el pago de subsidios Repro.
Con ambas medidas el Gobierno espera desactivar el proyecto de ley de origen gremial sobre «emergencia ocupacional», que las tres CGT acordaron impulsar junto con los bloques de la oposición así como los cambios en Ganancias. La otra expectativa del Ejecutivo es bajarle el tono al acto convocado para el 29 de abril por las tres centrales obreras tradicionales, con la participación de las dos versiones de la CTA. De hecho, como publicó ayer este diario, la sola invitación de Macri a Olivos logró que los dirigentes aceptaran mantener ese acto frente al Monumento al Trabajo y no trasladarlo al Congreso, como había ideado Moyano para darle una mayor visibilidad y volumen de concurrentes.
Al término de la reunión, Triaca confirmó el llamado próximo al Consejo del Salario -en la actualidad el piso es de 6.060 pesos- y dijo que en esa instancia se acordará una actualización del monto del seguro por desempleo.
Fuente: Ambito.com