El Departamento de Esquina, al sur de la provincia de Corrientes, continúa gravemente afectado por las inundaciones producto de intensas e incesantes lluvias que obligaron a más de 5.000 personas a abandonar sus hogares y provocaron grandes pérdidas en la producción agropecuaria.
«No hemos visto nada igual. Esto es sólo comparable con la gran inundación de 1998», dijo a Télam «Lalo» Vázquez, secretario privado del intendente Humberto Bianchi que se encontraba recorriendo las zonas más anegadas en un helicóptero del Ejército Argentino.
Con un pronóstico desalentador que mantiene un alerta por tormentas fuertes para el este de Chaco, Corrientes, norte de Entre Ríos, este de Formosa, Misiones y el noreste de Santa Fe -de acuerdo al parte del Servicio Meteorológico Nacional-, los centros de evacuados se ven superpoblados, especialmente de mujeres y niños.
Voluntarios que van y vienen, camionetas con víveres y donaciones, vehículos y efectivos de fuerzas federales, bomberos voluntarios, personal de la Cruz Roja y empleados municipales, son parte de un visible estado de emergencia en Pueblo de Libertador y Esquina.
Vázquez detalló que los barrios más castigados son los más cercanos a las lagunas que están en el ejido urbano de la ciudad, como Bicentenario, San Antonio, 90 Viviendas y 128 Vivendas, entre otros.
En el Centro de evacuados que funciona en la escuela N° 620 de Esquina, unas 200 personas, la mayoría de ellos, chicos junto a sus madres, duermen y reciben las cuatro comidas diarias y atención sanitaria.
Allí, el secretario de Salud y Acción Social de la Comuna, Julio Bianchi, improvisó una oficina donde responde demandas y resuelve problemas. Con signos visibles de agotamiento reconoció en diálogo con Télam que «esta emergencia nos supera».
A modo de comparación y para demostrar la magnitud del desastre hídrico que padecen, dijo que la media anual de lluvia en la zona «es de 1200 milímetros y ahora alcanzó los 700 milímetros en cuatro o cinco días».
Relató que la zona sur del Departamento es «la más complicada» y que la prioridad y mayor preocupación es llegar a esos lugares, algunos aislados, y brindar atención sanitaria.
«Hay mucha gente que lo perdió todo, como los agricultores familiares….Después de esto, vendrá una gran miseria y es ahí donde el Estado tiene que estar presente», remarcó.
En este sentido, afirmó que el Estado tendrá que estar «para que reconstuyan sus casas y recuperen su producción». «Si llovieron 700 milímetros en cuatro días, la lógica nos dice que se perdió todo, y así fue», concluyó el funcionario municipal de Esquina.
A muy pocos metros, en la cocina de la escuela, José «Topo» Martínez, cocinaba junto a Jhony Pablo un «guiso carrero con puchero». Los tres voluntarios aseguraron que el almuerzo estaba «para chuparse los dedos». En una de la galería, decenas de niños, sentados en pupitres, esperaban su plato.
Ramona Villalba vive junto a su marido y cuatro hijos en el barrio «La Tablada».Dice que el agua los sorprendió a la madrugada, cuando dormían: «Cuando nos dimos cuenta ya estaba a la altura del colchón, no alcanzamos a salvar nada, sólo salimos nosotros», contó a Télam.
Muy similar es el relato de Mirta Pérez: «El agua me llegaba hasta la cintura, yo tenía miedo de que me llegue al cuello, porque soy muy bajita», bromeó riendo en medio de la trágica situación.
Ella también aseguró, como la mayoría de los evacuados, que «salieron con lo puesto» y que perdieron todo». «Mi barrio era como un mar», graficó a Télam.
Las madres, entre ellas también Ignacia Zapata y Patricia Leiva, relataron historias coincidentes y aprovecharon la oportunidad para pedir, especialmente para sus niños, que esperan donaciones.
En la lista de necesidades figuran calzado -del 24 al 40-, ropa incluida interior para niños, pañales y colchones.
La situación de Pueblo Libertador es aún más trágica, porque en algunas zonas se ve más agua que tierra y según el intendente, Raúl Cañete, quien dijo que «el 70 por ciento del pueblo estaba cubierto de agua».
«Estamos un poquito mejor, porque el agua empezó a bajar, pero muy lentamente», dijo Cañete a Télam.
El jefe comunal contó mientras recorría el pueblo que aun hay muchos evacuados alojados en la escuela 405, en la EFA y en el Club Berón de Estrada, a los que se les presta todo tipo de asistencia.
La asistencia es «con recursos propios y algo del Gobierno de la provincia, que empezó a llegar», dijo. Además, Cañete fue informado de que está al llegar ayuda nacional.
El jefe comunal agradeció el trabajo de los bomberos voluntarios y de la Cruz Roja, entre otros, y se lamentó porque «la pérdida es total».
«Los ladrilleros, los pequeños ganaderos, no tuvieron tiempo de sacar nada; Pueblo Libertador es un embudo, nos llega agua de todas las localidades, de los esteros y lagunas», detalló.
Una reiterada postal se visualiza en la Ruta 12, con los pequeños productores de Pueblo Libertador que salen de la localidad, de sus campos inundados en los que manadas de vacas son llevadas a la vera de la ruta hacia tierras altas o, por lo menos, no tan anegadas.
En la emergencia hidrica de la zona cumple un rol importante la Prefectura Naval, con sus vehículos y especialemente con sus embarcaciones.
El jefe de la Prefectura de Esquina, Diego Ramírez, contó a Télam que con cuatro lanchas realizan evacuaciones y distribuyen comestibles y medicamentos, y afirmó que todo el personal está trabajando sin cesar las zonas anegadas.
El pronóstico no es alentador en el sur de la provincia de Corrientes. La lluvia continúa intermitente.
EN ENTRE RÍOS YA HAY 12 MIL PERSONAS AFECTADAS
Continúa la lluvia en el norte de la provincia de Entre Ríos, donde ya hay más de 12.000 personas afectadas, entre unos 900 evacuados y habitantes de localidades que quedaron aisladas por rutas cortadas por elagua.
En las últimas 24 horas, el arroyo Feliciano aumentó su caudal y dejó al pueblo Paraje El Quebracho, a unos quince kilómetros de la ciudad de Santa Elena, con sus 300 familias residentes evacuadas. Las viviendas y la única escuela del lugar están bajo el agua.
En los ingresos a Santa Elena, informaron desde Defensa Civil, el arroyo inundó la ruta nacional 12 en sus dos extremos y la ruta provincial 6, por lo que la localidad está aislada. En la localidad del noroeste entrerriano hay unas 2.000 personas afectadas y más de 100 personas evacuadas, mientras que se produjeron desmoronamientos en los barrios Fátima, Villa Urquiza y Belgrano, poniendo en peligro a las viviendas de la zona.
El desborde del arroyo Feliciano provocó además que áreas rurales de la zona queden sin suministro eléctrico y que pueblos como Sir Leonard, Yeso Oeste, Tacuaras Yacaré y Ombú, entre otros, permanezcan con los ingresos «anegados y con cortes en distintos tramos», explicaron desde Defensa Civil.
Otra de las ciudades más afectadas es La Paz, donde unas 8.000 personas sufrieron el desborde de los arroyos Tacuara y Cabayú Cuatiá, ocasionando anegamientos en viviendas y desmoronamientos de barrancas ribereñas.
Unas 600 familias permanecen evacuadas en cuatro centros de evacuados de la localidad, donde se declaró la emergencia hídrica, y algunos servicios de transporte suspendieron ayer sus servicios
A pocos kilómetros, la localidad de San Gustavo quedó incomunicada por tierra con sus dos ingresos intransitables y cortados en varios tramos debido al desborde del Arroyo Esquivel que alcanzó más de 1,30 metros de altura sobre el asfalto. San Gustavo quedó sin energía eléctrica y con problemas en los servicios de comunicación, y desde el Municipio informaron que unas 53 familias fueron evacuadas.
El departamento Feliciano es uno de los más afectados, donde desde el pasado lunes hasta este viernes llovieron más de 800 milímetros, casi alcanzando la marca anual de lluvia. En este departamento, San José de Feliciano sufrió la caída de más de 620 milímetros, una marca que excede el promedio anual de precipitaciones de la ciudad, lo que provocó el corte de la ruta provincial 28, y que unas 150 personas fueron evacuadas y 500 personas afectadas.
Voceros de Vialidad confirmaron que las rutas que vinculan a Entre Ríos con Corrientes están cortadas por la creciente de ríos y arroyos, a excepción de la autopista Artigas, y se registran inconvenientes en Paso Telégrafo debido al desborde del arroyo Guayquiraró.
En tanto, el Consejo General de Educación provincial suspendió las clases en los departamentos de Feliciano, Federal, Federación y La Paz, en el norte entrerriano, para acondicionar los establecimientos educativos como albergues en caso de que aumenten las evacuaciones.
Desde la Policía de Entre Ríos pidieron a la ciudadanía «guardar recaudo para prevenir accidentes y pérdida de bienes materiales, siguiendo las medidas que toma el personal interviniente, que se encuentra dispuesto para ayudarlos y protegerlos».
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por tormentas para el centro y norte de Entre Ríos, con fuertes ráfagas y ocasional caída de granizo.
HAY 5.000 EVACUADOS EN LA COSTA CHAQUEÑA
El ministro de Desarrollo Social, Roberto Acosta, confirmó hoy a Télam que “con el lento descenso del río Paraná son poco más de 5.000 las personas que aún permanecen evacuadas y autoevacuadas en la costa chaqueña”.
Con la altura a 5,68 metros en el puerto de Barranqueras, continúan afectados pobladores de los municipios de Isla del Cerrito, Margarita Belén, Colonia Benítez, Barranqueras, Puerto Vilelas y Basail.
El funcionario indicó, además, que “la atención a la población que debió abandonar sus hogares en la costa se realiza en forma coordinada entre los gobiernos de la provincia y de cada una de esas comunas”.
MÁS DE 500 SANTAFESINOS PERMANECEN EVACUADOS
Las autoridades santafesinas reportaron esta mañana que si bien ayer no se registran lluvias en Santa Fe capital, permanece la preocupación por las crecidas de los ríos Paraná y Salado, que ya provocaron inundaciones en barrios ubicados por afuera de los anillos de contención de la ciudad.
Informes de Prefectura Naval Delegación Santa Fe y del observatorio de la Universidad Nacional del Litoral detallan que el río Paraná tiene una altura de 6,11 metros y el río Salado llegó a 6,08 metros.
La Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia estima un pico cercano a los 7 metros en el Salado para mañana, en el puente sobre la ruta 70 en Recreo.
La Municipalidad informó que se mantienen evacuadas en refugios de la ciudad 157 familias constituidas por 558 personas que reciben asistencia social y sanitaria, además de contar con un dispositivo especial de seguridad y apoyo para el traslado de los niños a sus escuelas.
En tanto, en el barrio La Nueva Tablada (noroeste de la ciudad) más de 60 familias que viven fuera de los anillos de protección urbanos están afectadas por la crecida del Salado.
Fuente: Infonews