El trabajo articulado entre productores familiares y profesionales del INTA se vio multiplicado por la demanda surgida desde el comienzo del aislamiento social, al estar incluidos dentro de los sectores esenciales dispuestos por el gobierno nacional: «Hoy en 27 minutos tuvimos 700 pedidos y agotamos el stock de bolsones», Federico Castoldi, jefe de la Agencia de Extensión Bahía Blanca del INTA.
«Los agricultores familiares otorgan estabilidad al sistema, desde el INTA intentamos favorecer la producción local y agricultura familiar». «Se van articulando con instituciones y proyectos sociales, además se armó un circulo virtuoso que terminó explotando en esta pandemia donde vendimos 10.000 bolsones y con el dinero entregamos de forma gratuita a merenderos».
Actualmente los bolsones de la agricultura se solicitan por formularios en linea los martes y viernes, para luego ser entregados a domicilio.
Además, destacó: «La huerta es algo apasionante, consumir lo que uno produce no se compara con nada, tiene que ver con las añoranzas de contactarse con la esencia del ser humano. Si uno tiene días vertiginosos el espacio de la huerta se usaría para reencontrarse con un ritmo mas equilibrado de vida».