Según un relevamiento llevado a cabo por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), «el consumo de leche por habitante por año es de 176 litros», o sea «menor a lo registrado en 2015 cuando consumimos 217 litros por habitante por año y es el consumo de leche más bajo desde el 2001. Hablamos con Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA): «Entre agosto de este año e igual mes de 2018 los precios de productos lácteos aumentaron 93,5 por ciento en promedio».
Relató que “hubo una traslación de costos a los precios. Es un problema de la macroeconomía que afecta a estos sectores”.
En ese sentido, Giraudo informó que también “bajó significativamente el consumo de yogures, flanes y postres, quesos procesados. Y los lácteos básicos también cayeron” y que «El 43% del precio final de un queso duro se va en impuestos”.