Un profundo malestar brotó de entre las filas sindicales ayer tras las controversiales declaraciones de Carlos Melconian, uno de los principales referentes económicos del macrismo, quien aseguró el lunes que en el país «ya no se pueden subir más sueldos y jubilaciones» debido a que el gobierno «se fumó las reservas, las vacas y el trigo».
El secretario General del Sindicato de Mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli, fue uno de los que se hizo eco. En diálogo con Tiempo Argentino, el dirigente señaló que los dichos del economista PRO dan cuenta de «lo que él siente como la verdad».
«Lo que dijo (Melconian) es exactamente lo que ellos (por los dirigentes del frente opositor Cambiemos) venían diciendo antes de cambiar el discurso», apuntó el mecánico, quien recordó un discurso que dio el economista en un congreso en la Universidad Austral: «Ahí dijo que no hay que dar los subsidios, que las jubilaciones son un peso para el país, que la solución pasa por una gran devaluación. Él va a trabajar en una economía para el 15% de desocupados», lamentó.
A la par de Pignanelli, el titular de la Unión de Docentes de la Argentina (UDA), Sergio Romero, rechazó «completamente» la manifestación del referente macrista. En cruce telefónico con este medio, explicó que «el salario es una necesidad producto de la prestación de un servicio» y agregó que «si uno de los principales economistas de Macri dice no atender eso está generando provocación y conflicto».
Además, criticó que mientras el candidato oficialista, Daniel Scioli, «planteó propuestas educativas concretas», Mauricio Macri sólo manifestó «dudas y pocas sorpresas» por lo que «los docentes nos empezamos a preocupar».
El martes a la noche, el particular clima de la campaña presidencial sirvió como combustible para que los dichos del economista PRO tuvieran una impresionante e inmediata repercusión.
En concreto, en un pasaje del debate el economista del macrismo se refirió al auditorio y expresó: «Voy a decir algo que Gustavo (Marangoni) no puede decir, pero el análisis es ‘me fumé las reservas, me fume las vacas, el trigo, los fondos de pensión, hice el catch up del -20 del PBI del 2001, 2002’.»
«No lo pueden decir ellos –prosiguió Melconian-, nosotros sí porque es público y notorio que han descapitalizado. Entonces tenemos que tener una política con política económica consistente que en estabilidad, distribución, inclusión y crecimiento comience a recapitalizar a la Argentina».
Inmediatamente, el economista agregó la frase de la polémica «ahora ya no se puede más subir los sueldos por no sé cuánto y las jubilaciones por arriba de esto; y ahora no se puede más el desendeudamiento; y ahora no se puede más la inflación».
El referente del gremio de los Canillitas y del sindicalismo moyanista, Omar Plaini, se refirió en diálogo con Tiempo al carácter «confuso» de las declaraciones de Melconian pero apuntó que: «Es una barbaridad que no contribuye en nada y que marca un pensamiento libremercadista.»
«Si Melconian dijo eso, obviamente estoy en contra porque va en detrimento de la clase trabajadora», finalizó el canillita.
También habló el titular de la CTA oficial, Hugo Yasky. Para el docente, «Melconian es el otro yo de Macri, dice lo que él no está en condiciones de expresar, porque le significaría una sangría de votos», afirmó en declaraciones recogidas por el portal Ambito Web.
Entre otros conceptos, Yasky agregó que el economista PRO «es la expresión de lo que viene de la mano de Macri si llegara a la presidencia» porque impulsa medidas como «el ajuste salarial y el congelamiento de las jubilaciones, el fin de la movilidad jubilatoria y el fin de las paritarias libres», acusó.
En ese marco, el dirigente consideró «lógico pensar que quienes estuvieron de acuerdo con que la jubilación tenía que ser un negocio del capital financiero privado ahora vengan a intentar en un primer movimiento el congelamiento de las jubilaciones, porque lo que va a venir después va a ser su reprivatización».
Por su parte, el secretario general de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sassia, señaló que «cualquier gobierno que atente contra las paritarias libres, la reactivación ferroviaria y las otras conquistas recuperadas en este tiempo por el movimiento obrero nos va a tener en la lucha, porque no vamos a permitir que esto se lleve adelante».
Sassia criticó que los asesores de Macri «por un lado dicen que hay una inflación alta y por otro, dicen ‘no al aumento de sueldos’, ¿cómo se entiende esto?», puntualizó en declaraciones a Telam.
En la misma línea, el titular del gremio UPCN, Andrés Rodríguez, señaló a FM Latina que los dichos de Melconian pusieron en escena la primera preocupación del PRO: «que el problema era el aumento de los salarios y que había que congelarlos». A su vez, el titular de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), Roberto Planelli, interpretó la manifestación de Melconian como un vicio de la euforia postelectoral macrista: «Se desbocó después de hacer una buena elección en la primera vuelta.»
El dirigente del subterráneo consideró que «obviamente este es el verdadero pensamiento de esta alianza y la política que llevaría a cabo si ganan las elecciones». Y añadió, en esta misma línea de razonamiento, que el economista del macrismo «es un hombre de los grupos del poder financiero, de la misma manera que lo representa a Macri, y ellos son a los que va a poner a dirigir la economía, si ganan».
Pignanelli: «No hay unidad posible con proyectos distintos»
«No puede haber unidad si hay gremios que apoyan a proyectos políticos distintos», lanzó ayer el titular del Smata, Ricardo Pignanelli, consultado sobre los avances de las negociaciones que buscan la unificación de las centrales obreras.
Las declaraciones del mecánico llamaron la atención un día después de la reaparición del secretario general de la CGT oficialista, Antonio Caló, en un acto en la Unión Ferroviaria, donde aseguró que los gremios «estamos de novio y en cualquier momento nos casamos».
Consultado por Tiempo, ayer Pignanelli se expresó escéptico al señalar que «ojalá nos unamos para fortuna y no para el espanto». En un tiro por elevación a la figura del camionero Hugo Moyano, quien participó de la campaña de Mauricio Macri, el hombre del Smata lamentó que la unidad obrera «está difícil porque uno puede criticar el modelo pero no se puede cruzar de vereda».
En ese sentido, diferenció, «la gran discusión del movimiento obrero es la unidad pero diciendo qué país queremos, si queremos un país industrial o un país agrícola ganadero y de servicios para sólo 20 millones de argentinos cuando en realidad somos cuarenta».
El martes más de un centenar de dirigentes de todo el espectro sindical se dio cita en la sede que la Unión Ferroviaria tiene en la porteña Avenida Independencia. Allí los gremios ratificaron el apoyo a la candidatura del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de cara al balotaje. En ese marco, Caló negó haber hablado con Moyano sobre la unidad sindical pero no descartó la posibilidad de compartir un café con el camionero.
Fuente: Infonews