El papa Francisco brindó ayer una histórica misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, ante la presencia de miles de fieles cubanos que se ubicaron junto a las emblemáticas imágenes del «Che» Guevara y Camilo Cienfuegos y frente al monumento a José Martí, el principal prócer del país.
Durante la homilía, Francisco remarcó que «el que no vive para servir, no sirve para vivir» y, al destacar el acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos, agradeció especialmente al presidente cubano, Raúl Castro, por haber tenido la voluntad de trabajar para lograrlo.
«La importancia de un pueblo, de una nación, la importancia de una persona siempre se basa en cómo sirve a la fragilidad de sus hermanos», apuntó el pontífice, y agregó que «el servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas».
Cómo sigue la agenda de Francisco
Luego de la misa en la capital cubana, se lanzará a recorrer el interior: se trasladará a la ciudad de Holguín y el cierre de la primera parte de la gira, antes de salir hacia Washington, ocurrirá en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país y la cuna de la Revolución. La tierra santiaguera, además, es la residencia de la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba y el epicentro de la religiosidad cubana, compuesta por católicos y yorubas, dos credos para quienes la revolución no se contradice con la fe.