Hungría declaró hoy el estado de emergencia dos distritos en la frontera con Serbia debido a la crisis con los refugiados, el mismo día en que entró en vigor una ley que califica como delito y establece penas de cárcel para la entrada ilegal en el país.
El portavoz gubernamental Zoltan Kovacs anunció en Szeged, capital de uno de los distritos, que la medida responde a la crisis por la inmigración masiva. Las regiones afectadas con Bacs-Kiskun y Csongrad, en el sur, por las que discurre la valla fronteriza de
alambre de 175 kilómetros de largo que construyó Hungría para frenar la llegada de refugiados.
La declaración del estado de emergencia allana el camino para que el Parlamento autorice al Ejército a apoyar a la policía a lo largo de la frontera y coincide con la nueva ley que penaliza la entrada.
Pocas horas después de la entrada en vigor ya se produjeron las primeras detenciones. Durante la noche del lunes la policía arrestó a 16 personas por cortar la alambrada desde Serbia.
El lunes la policía húngara cerró el último hueco que quedaba abierto a lo largo de la valla, una vía de tren cerca de la localidad fronteriza de Röszke, a través de la cual habían entrado miles de personas.
La llegada de refugiados se trasladó por ello esta mañana desde este punto al paso limítrofe en la antigua carretera de Serbia a Hungría. Un reportero de dpa vio cómo frente al paso cerrado se reunían unas 2.000 personas que exigían que se abriera la frontera.
Las autoridades húngaras quieren llevar a los refugiados, muchos de ellos fugitivos de la guerra en Siria, a otro punto en construcción que se erige cerca del paso fronterizo y que esté destinado especialmente para ellos. Allí esperaban sentadas varios cientos de personas esta mañana.
Antes del cierre a partir de hoy hubo una llegada masiva de personas que trataban de cruzar. La policía informó que el lunes
arribaron 9.380 refugiados, cuatro veces más que el promedio de las últimas semanas.
Fuente: Infonews