Los últimos resultados de la industria automotriz revelaron una extraña paradoja: mientras que la venta de los concesionarios bajó un 6,3% interanual en agosto a 54.669 unidades, las ventas de las industrias a los concesionarios fue de 59.592 autos (un 16,6% más que en el mismo mes que 2014).
Por lo tanto, según consignó Tiempo Argentino, hay una diferencia de 4923 vehículos que forma parte del stockeo de los comercializadores de los productos. El gobierno monitorea con cuidado esta nueva especulación, así como la de sus causas, para corroborar si es un fenómeno usual en el contexto económico actual o si forma parte de una nueva forma de «encanutamiento» en el eslabón final de la cadena.
Para Rubén Beato, secretario de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), el incremento en los stocks es algo normal en el contexto de una industria automotriz que en los últimos meses ha entregado los autos con retraso. «En el mercado hasta ahora siempre faltaron, nunca sobraron los autos. El mercado se atendió siempre tarde», sostuvo, y agregó que el incremento del stock fue de un 3 o 4 por ciento.
Desde el gobierno opinaron que «puede ser que haya una estrategia de abastecimiento razonable, pero también que los concesionarios estén sobreestockeando producción, por lo que vamos a seguir la situación en los próximos días de cerca». Una de las posibilidades que barajan en el gobierno es que los comercializadores estén sumando stocks para especular con una suba posterior de los precios. «Va a haber algún ajuste del tipo de cambio y cuando eso ocurre impacta en el precio. Además, se amplió la brecha con el blue», analizó Gonzalo Dalmaso, especialista en el sector automotriz de Abeceb.
Por otro lado, también es posible que, luego de varios meses con retrasos, los vendedores prefieran tener un stock excesivo para cubrir futuros faltantes. «Esta reacción podría ser normal o excesiva, dependiendo de cada caso», explicaron en el gobierno. «Igual, más allá de algunas interpretaciones que hace la prensa, estamos bien este año, en el orden de lo que habíamos dicho nosotros al principio», opinó Beato. El secretario de ACARA agregó que «las fábricas tienen problema crítico de Brasil porque hay autos que se venden allá que acá se pueden vender. Pero el auto se estabilizó más o menos en 2500 ventas diarias. En los últimos tres meses el promedio diario fue de 2700.» En el mismo sentido, Dalmaso sostuvo que «los patentamientos de agosto fueron casi iguales a los de julio interanual con dos días hábiles menos. La situación actual es que hay una demanda que se recuperó por el tipo de cambio, la mejora del salario real y cada vez más cierto anticipo de consumo en un contexto en el que se espera que haya correcciones el año que viene.» Cada actor en la cadena automotriz intentó responsabilizar a otro del problema. Las terminales productoras de autos, nucleadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), justificaron los faltantes de los meses anteriores por la administración cambiaria del Banco Central. Isela Costantini, titular de la entidad reclamó «retornar al monto comprometido oficialmente de acceso al mercado único y libre de cambio para el tercer trimestre, a fin de poder compensar la caída de las exportaciones». En el mercado automotor opinaron que «las ventas a los concesionarios aumentaron este último mes porque hubo más certidumbre con las divisas y aumentos en los cupos».
Por su parte, desde el Banco Central aseguraron que los acuerdos establecidos se están cumpliendo normalmente. Es posible que el problema no esté en las importaciones, sino en las exportaciones.
El desplome del mercado de autos de Brasil, que alcanzó el 35% interanual en agosto, deprimió fuertemente las exportaciones del sector, por lo que se amplió el déficit comercial del sector automotriz.
Esto puede haber contribuido a la falla de la administración de las divisas a nivel empresarial, según fuentes gubernamentales. «Toyota, por ejemplo, es una empresa que es muy dinámica, produjo 7000 vehículos en agosto con una integración del 40% y diversifica los destinos de su exportación de camionetas a otros países latinoamericanos además de Brasil y hasta a los asiáticos», señaló una fuente del gobierno. En consecuencia, esta empresa tiene un comercio balanceado y casi no sufre inconvenientes por la administración de divisas. En cambio, las europeas, como Fiat, PSA y Renault tienen una baja integración de partes, por lo que dependen de los dólares para producir, y concentraron su destino de exportación en Brasil, lo cual complica hoy las posibilidades de colocar los productos en el país vecino.
General Motors, por otro lado, sufre la falta de la renovación tecnológica y de un modelo de camioneta de exportación. «Hoy hay una división internacional del trabajo en la cual a la Argentina le conviene invertir en el mercado de pickups, hay que adelantarse a eso», señaló una fuente del gobierno.
Muchas dudas
Mientras en Brasil la venta de automóviles se desplomó hasta un 35% en agosto y afectó directamente la cantidad de unidades que le compran al país, en la Argentina, nadie sabe por qué, cuando una persona interesada va a buscar a una concesionaria un 0 km, existen fuertes demoras en las entregas o directamente no hay unidades disponibles.
Fuente: Infonews