Barajar y dar de nuevo. Con esa imagen en el Ministerio de Trabajo ilustran el cambio de planes obligado por las repercusiones del escándalo que salpica a Jorge Triaca por el despido de una empleada de su familia y el descubrimiento de su contratación, al igual que la de otros allegados, en la intervención del gremio marítimo SOMU. Esas revelaciones terminaron por flexibilizar desde la reforma laboral hasta la pauta salarial de 15% ideada por el Ejecutivo para acomodarla con la inflación presupuestada para el año. El nuevo plan contempla una vez más el posible auxilio de un puñado de sindicatos afines al Ejecutivo.
Con el funcionario de vacaciones casi obligadas en la cartera laboral pusieron la mirada sobre la ronda de paritarias, en plena discusión como nunca había sucedido en enero. La dificultad para encarrilar en los planes oficiales la negociación salarial de la Asociación Bancaria obligó a los funcionarios a sondear otras opciones. Así surgió la posibilidad de un adelanto de la firma del acuerdo anual del sindicato de Comercio (Faecys), el más numeroso de la Argentina con cerca de un millón de empleados involucrados.
El jefe del gremio, Armando Cavalieri, avisó días atrás que tenía resuelto de palabra con las cámaras empresariales (CAC y CAME) una suba adicional respecto de la paritaria 2017, por aplicación de la cláusula gatillo, de 2% por cada uno de los tres primeros meses del año. Las organizaciones de empleadores le propusieron a Cavalieri negociar la aplicación de la cláusula a cambio de una fijación, por anticipado, de la suba para este año en los parámetros sugeridos por el Ejecutivo.
En el equipo de Triaca dijeron ver la posibilidad con agrado. Implicaría generar un primer cauce orientativo para el resto de las negociaciones salariales en momentos en que varios dirigentes se pronunciaron en contra del tope del 15% y, más aún, a favor del sostén este año de la cláusula gatillo que el Gobierno espera desterrar en la actual ronda paritaria. Y, de ese modo, desacoplar la discusión de La Bancaria que se anticipa áspera y con protagonismo mediático de Sergio Palazzo, un dirigente visualizado como enemigo por el oficialismo.
Siempre en el terreno de la hipótesis en Trabajo creen que ese posible acuerdo adelantado podría ser imitado por otros sindicatos con buen diálogo con la Casa Rosada, como los constructores de Uocra, de Gerardo Martínez y los estatales de UPCN, encabezados por Andrés Rodríguez.
El escenario de paritarias hacia adelante es, de todos modos, incierto. El «efecto Sandra», como le llaman los propios funcionarios a las repercusiones por el caso de Sandra Heredia, la exempleada de los Triaca, sacudió el andamiaje que había montado el Ejecutivo y reabrió la posibilidad de incorporar elementos para estirar la pauta de 15 por ciento. Así, a los gremios industriales les sugerirán la chance de aplicar criterios de productividad por encima de ese parámetro. La otra alternativa para engrosar el incremento paritario será el presentismo, ya incluido el año pasado en el acuerdo de UPCN.
Otra columna del plan económico 2018 conmovida por el escándalo fue la reforma laboral. En el Gobierno evalúan dividir el proyecto de ley enviado al Congreso en varios capítulos para facilitar su discusión con el peronismo tras las marchas y contramarchas en la negociación con la CGT. Lo admitió la semana pasada el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Ayer explicaron en Trabajo que de todos los ítems los más consensuados tienen que ver con la capacitación y el blanqueo de empleados. También con la creación de una Agencia de Evaluación de Tecnologías de Salud, un cepo a los juicios contra obras sociales y prepagas que cuenta con el beneplácito de la CGT y de los privados. En ese escenario podrá relegarse el debate sobre los cambios en la ley de Contrato de Trabajo previstos en la iniciativa original enviada al Congreso.
El equipo de Triaca acusó recibo del golpe que generó el escándalo no sólo en el ministro sino, sobre todo, en los planes de paritarias y negociación con la CGT. Sin embargo, dieron por sentado que el funcionario podrá recuperarse y continuar en su cargo sin mayor afectación sobre su autoridad respecto de los gremios. «Los muchachos están más golpeados que Jorge», advirtieron sus colaboradores en alusión a las causas judiciales e investigaciones en marcha contra líderes encumbrados de la central obrera.
Fuente: ambito.com