El oficialismo asegura tener, con el aporte de sus aliados, los votos suficientes para aprobar el recorte de la suba de las jubilaciones. Las centrales sindicales y los movimientos sociales manifestarán su rechazo fuera del Congreso.
Confiado en sus propios números y apurados por esquivar y no enfrentar la protesta social –que ayer fue reprimida antes de que llegara al Congreso–, Cambiemos aceleró los tiempos y convocó para hoy a una sesión especial en al Cámara de Diputados para convertir en ley las reformas tributaria y previsional, que le quitará unos 100 mil millones de pesos anuales a jubilados, pensionados, discapacitados y los beneficiarios de asignaciones universales por hijo y embarazo para tapar agujeros económicos del gobierno nacional y las provincias. Será una sesión complicada en la que el oficialismo –que afirma contar con los votos para aprobarla– tendrá que cargar con el peso de reunir el quórum y presionar a los gobernadores que sellaron el pacto con el Gobierno para que sus diputados acompañen la sanción de la ley en medio de un creciente resistencia. La Cámara baja sesionará bajo un imponente operativo de Seguridad que buscará aislar al Congreso de la masiva marcha a la que convocaron las tres centrales sindicales (la CGT y las dos CTA), organizaciones sociales y partidos políticos. Adentro, en el recinto, la reforma también tendrá la resistencia de numeroso grupo opositor que comparten FpV-PJ, Frente Renovador, Movimiento Evita, FIT, Libres del Sur, y algunos bloques provinciales como puntanos y pampeanos, que podrían conseguir la adhesión de otros diputados disconformes que no quieren llevar la marca indeleble de haber podado los haberes de los jubilados.
La convocatoria del oficialismo a la sesión especial de hoy propone convertir en leyes la resistida reforma previsional y la tributaria, a lo que sumaron el revalúo impositivo y la modificación del Impuesto a las Ganancias que beneficia a empresarios. El temario también incluye la designación de representantes parlamentarios como integrantes del Comité de Lucha contra la Tortura, y la autorización para salir del país del presidente Mauricio Macri el año próximo.
El Presidente se encargó ayer personalmente de salir en defensa de sus propuestas económicas y laborales. “Estamos por aprobar leyes en el Congreso con el apoyo del gobernador y de muchos otros, que den previsibilidad”, dijo Macri desde la ciudad cordobesa de San Francisco junto al gobernador Juan Schiaretti. Una “previsibilidad” que quiere mostrar “al mundo” con la garantía que la defenderá a rajatablas, como con la represión desatada ayer contra los movimientos sociales que protestaban pacíficamente contra las reformas.
El constante cambio de estrategia de Cambiemos fue parte de las dificultades que tuvo sortear. Necesitó de una reunión en la Casa Rosada para revertir los cuestionamientos internos que expresó la domesticada Elisa Carrió y algunos radicales. En el tenso plenario de comisiones de Presupuesto y Previsión Social los oficialistas consiguieron el dictamen de mayoría pero no pudieron silenciar las críticas de jubilados y gremios.
También modificaron la fecha para llevarlo al recinto. Trocaron la convocatoria a una maratónica sesión de dos días (en la emblemática fecha del 19 y 20 de diciembre) por la sesión de hoy para esquivar la masiva marcha que se organizaba. Aunque tampoco la podrá evitar hoy, con los paros de la dos CTA y la convocatoria cegetista a un paro general para mañana si la ley finalmente se aprueba.
La oposición –que hoy no dará quórum– terminó por unificar un dictamen de rechazo entre el FpV-PJ, el Frente Renovador y los puntanos de Compromiso Federal, a los que se sumarían el Movimiento Evita, el FIT y Libres del Sur a los que el oficialismo excluyó de las comisiones que debatieron el proyecto que venía con media sanción del Senado.
El tratamiento super exprés que le imprimió el oficialismo al proyecto, apunta a que no se licuen las voluntades que –según sus propios cálculos– tiene para aprobarlo. Para ello cuenta con el respaldo del interbloque Argentina Federal que responde a los gobernadores peronistas que sellaron el acuerdo con el Gobierno, los santiagueños del Frente Cívico y los misioneros del Frente de la Concordia que acompañaron el dictamen oficialista. Mas los aliados de Evolución Radical, de Martín Lousteau, que a pesar que presentó dictamen “alternativo”, acompañaría al oficialismo. La suma de todos ellos le garantiza la victoria al Gobierno.
Aunque siempre hay lugar para las sorpresas. Los gobernadores no pueden alinear a toda su tropa y el Gobierno nacional presiona para que sus diputados díscolos al menos colaboren a conformar el quórum y que se ausenten del recinto a la hora de votar para facilitarle la mayoría al oficialismo. Pero el gobernador peronista pampeano, Carlos Verna, le sacó el cuerpo a la reforma provisional y adelantó que sus diputados “votarán en contra”. Mientras que el tucumano, Juan Manzur, uno de los mandatarios provinciales más jugados con el acuerdo con el Gobierno, perdió a una de sus diputadas nacionales: Alicia Socaire regresó al bloque del FpV-PJ luego de convivir una semana en el interbloque Argentina Federal.
El arranque de la sesión está previsto para las 14 horas. Antes y después, adentro y afuera del Congreso, se vivirá una jornada cargada de tensión.
Fuente: pagina12.com.ar