EL PROYECTO CLAVE QUE EL GOBIERNO QUIERE TRATAR EN EXTRAORDINARIAS
El punto que facilita la tercerización hizo explotar al camionero. Otros con oposición tajante al proyecto son el bancario Palazzo y los metalúrgicos.
El sector de la CGT que responde a Hugo Moyano amenaza con abandonar la negociación con el Gobierno por la reforma laboral. La decisión dependerá de una reunión que tiene proyectado mantener esta semana el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, con la mesa chica de la central para acercar posiciones, y podría explicitarse mañana mismo durante el encuentro previsto del Consejo Directivo de la organización sindical.
El avance de las negociaciones con la administración de Mauricio Macri volvió a mostrar las habituales dos caras de la CGT: un sector dialoguista y más proclive a alcanzar un acuerdo basado en modificaciones consensuadas sobre el borrador del anteproyecto, integrado por los «gordos» de los grandes de servicios y los «independientes» en general afines a los oficialismos, y otro más inclinado a la idea de refutar de manera amplia la iniciativa, que además de Moyano cuenta con dirigentes como el bancario Sergio Palazzo y la Unión Obrera Metalúrgica.
Más allá de las declaraciones de los últimos días, un episodio de este lunes puso al descubierto las posiciones más encontradas. Durante una reunión en el Ministerio de Trabajo de la que participaron el viceministro, Horacio Pitrau, y el jefe de Gabinete de esa cartera, Ernesto Leguizamón, pidió la palabra Hugo Antonio Moyano, hijo del líder camionero y abogado de ese y otros gremios afines. Tras una larga exposición de otros letrados sindicales, como Federico West Ocampo (Sanidad) y Alberto Tomassone (Comercio), con críticas a las modificaciones propuestas a la Ley de Contrato de Trabajo, el hijo de Moyano puntualizó sobre la norma proyectada para facilitar la tercerización en algunas actividades como el transporte de proximidad en las empresas.
«Ni los militares se animaron a ir tan lejos», le reprochó el abogado a Leguizamón tras recordarle que durante la última dictadura se flexibilizaron las restricciones para la subcontratación que existían en la Ley 20.744, pero sin las precisiones del borrador actual, que puntualiza sobre una gama extensa de actividades que de ese modo las empresas podrán descargar en otras razones sociales sin correr riesgos legales. El jefe de Gabinete de Triaca le contestó que no iba a aceptar que se comparase la actual gestión con la dictadura. Fue el momento de máxima tensión del encuentro y obligó a un cuarto intermedio para calmar los ánimos.
Es que el cambio propuesto en el artículo 30 de la 20.744 comenzó a ser denominado en la CGT como «el punto Moyano» de la iniciativa. Habilita que las subcontrataciones para «actividades complementarias como limpieza, seguridad, mantenimiento general de bienes inmuebles y muebles registrables, servicios médicos y de higiene y seguridad en el trabajo, gastronomía y/o informática», así como «los servicios de transporte desde y hacia el establecimiento o explotación», quedarán exentos del control de la empresa a cargo del rubro principal. Buena parte del poderío acumulado por el camionero en la década pasada fue a través de medidas de fuerza con afectación directa sobre el «dador de carga» y no sobre el empleador directo de los choferes.
A las voces más críticas contra el proyecto ayer se sumó la de Palazzo. «Coincido con lo que dijo el presidente de la Convención de la UCR, Jorge Sappia, acerca de que este proyecto es retroceder cien años en las relaciones laborales y hay que oponerse. Además, la CGT pidió un aumento de emergencia para los jubilados y ahora nos dicen que los jubilados van a tener que poner 100 mil millones de pesos», le dijo a este diario el gremialista en alusión al cambio proyectado por el Ejecutivo sobre el cálculo de la movilidad.
Otro en una línea similar fue Francisco «Barba» Gutiérrez, de la UOM, que en una reunión de la mesa chica de la CGT este lunes en UPCN propuso rebatir cualquier cambio sobre la Ley de Contrato de Trabajo. Mientras que los sindicatos del transporte, reunidos en la CATT (que nuclea a colectiveros, ferroviarios, portuarios y aeronáuticos) dictaminó inicialmente en contra del borrador pero esperará la definición del Consejo Directivo mañana.
Las posiciones confluirán en ese encuentro. Para entonces, los más dialoguistas, como los «gordos» Carlos West Ocampo, el triunviro Héctor Daer y el mercantil Armando Cavalieri, y los «independientes» Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, intentarán tener una respuesta de Triaca sobre los puntos más conflictivos. Como adelantó este diario, el más ríspido de ellos, que redefine el concepto de trabajo y pone en igualdad a asalariados con empresarios, podrá ser eliminado del borrador para apuntalar un acuerdo.
Fuente: ambito.com