Alarma en el PJ bonaerense para blindarse de intervención

ESTÁ VACANTE LA SUBROGANCIA DE CULOTTA Y NO HAY JUEZ ELECTORAL A CARGO
La semana que opera el cierre de listas para competir por la presidencia del peronismo bonaerense. Buscan la unidad. Duhalde, con aval tácito de Casa Rosada, impulsa lluvia de impugnaciones.

En su peor momento político-judicial, y con cuatro precandidatos ya anotados para presidir el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, el peronismo buscará blindarse ante una eventual intervención judicial -motorizada por Eduardo Duhalde con aval tácito de la Casa Rosada- de cara al cierre de listas del jueves 16. Por ahora, los postulantes son tres intendentes y un diputado nacional electo. Gustavo Menéndez (Merlo) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), por la primera sección electoral, además de Fernando Gray (Esteban Echeverría) y el matancero en ejercicio de la presidencia, Fernando Espinoza, por la tercera.

Cristina de Kirchner veta pero no elige. La senadora nacional de Unidad Ciudadana desechó al PJ bonaerense como estructura partidaria del frente por el cual resultó electa. Lo mismo ocurre con Espinoza, diputado nacional electo por UC, y Verónica Magario, que registra una particular contradicción: resultó electa intendenta en 2015 por el Frente para la Victoria, sello que integraba el PJ bonaerense. pero el 22 de octubre pasado ganó como primera concejal de La Matanza por Unidad Ciudadana, armado que marginó al justicialismo de la provincia de Buenos Aires para aislar a Florencio Randazzo.

La Carta Orgánica del PJ bonaerense expone a la elección de autoridades del Consejo del PJ, convocadas para el 17 de diciembre, a esas mismas fragilidades legales. Ningún afiliado al PJ bonaerense puede ser candidato por otra fuerza política, a menos que el partido vaya en un frente con otros sellos. Eso es lo que sucedía en tiempos del Frente para la Victoria, pero no ocurrió en octubre con el PJ bonaerense, que quedó a cargo del frente Cumplir de Florencio Randazzo. Es decir, Magario y Espinoza fueron candidatos por otra fuerza política en un frente que no integraba el PJ, falla técnica que podría exponer al partido a un pedido de intervención de Eduardo Duhalde con aval tácito de la Casa Rosada.

Las posibles impugnaciones, que serían impulsadas por el sector de Duhalde más cercano a la Casa Rosada, deberían recaer en el juzgado electoral de La Plata que dejó vacante Juan Manuel Culotta. El magistrado, que había sido promovido por el oficialismo, dejará su cargo el 30 de noviembre. Esto significa que deberá subrogarlo un nuevo juez electoral que tendría a su cargo las eventuales impugnaciones así como definir si existen causales de intervención del PJ bonaerense. Más que la interpretación de la Carta Orgánica en sede judicial, el peronismo le teme al juez electoral que quede a cargo de resolver las posibles impugnaciones. Y recuerdan que en 2005, los intendentes que apoyaron a la entonces candidata del Frente para la Victoria -sin el PJ bonaerense-, Cristina de Kirchner, en su pelea electoral contra Hilda «Chiche» Duhalde, no quedaron excluidos de la conducción del partido.

El remanente del Grupo Esmeralda, un colectivo de intendentes liderado por Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) que aspiraba a conducir el poskirchnerismo bendijo la candidatura de Gray para suceder a Espinoza como representante de la tercera sección. El lomense se bajó de la pelea por la conducción del partido ya que un requisito no escrito para postularse es no utilizar la silla de presidente como trampolín para un cargo electivo en 2019. Insaurralde sigue motorizando su sueño de ser candidato a gobernador y por eso se bajó de la carrera por el PJ bonaerense.

En medio de las tensiones internas por la sucesión de Espinoza, el principal exponente del kirchnerismo dentro del PJ de la provincia de Buenos Aires, el lunes por la noche se mostraron juntos los dos precandidatos de la primera sección. Menéndez organizó un encuentro en Malvinas Argentinas, con Leonardo Nardini como anfitrión, junto al massista Felipe Solá. El intendente de Merlo impulsa un armado plural con sectores de La Cámpora y del peronismo ortodoxo, como Descalzo. De hecho, en la reunión estuvieron el jefe comunal filokirchnerista Ariel Sujarchuk (Escobar) y Juan Ustarroz (Escobar), el mandatario camporista y hermano del diputado nacional Eduardo de Pedro.

Menéndez ya había montado un homenaje en el cementerio de San Isidro para celebrar los 30 años del triunfo de Antonio Cafiero como candidato a gobernador de Buenos Aires. Un gesto enfocado en la «renovación» después de la derrota kirchnerista en Nación y PBA de 2015. A ese encuentro había asistido el intendente de Tigre, Julio Zamora, y también se leyó una carta de adhesión de Sergio Massa. Sin embargo, a Massa, Solá y hasta a Facundo Moyano también los alcanzan las disposiciones de la Carta Orgánica. Fueron candidatos por otro frente que no integraba el PJ bonaerense. El debate ahora será retroactivo, ya que los operadores de Duhalde sostienen que también Menéndez podría ser impugnado al haber sido concejal del Frente Renovador.

Sin embargo, Menéndez aprovechó el encuentro con Solá y convocó a los peronistas que militan en diferentes espacios a «terminar con el pase de facturas y construir una oposición seria que defienda los derechos de la gente y con ideas superadoras». Con respecto a las próximas elecciones partidarias, Menéndez afirmó: «La mayoría piensa en confluir y buscar una lista de unidad para la renovación que permita volver a enamorar a esos sectores que no supimos contener y que ha sido uno de los errores que hemos tenido». El anfitrión Nardini abordó tangencialmente ese debate, por ahora mudo fuera del PJ bonaerense, y se refirió a los «compañeros» que transitan en otros espacios: «No se trata de tirar a nadie por la ventana, sino de sumar y poder nutrirnos para ser una oposición firme y una esperanza de cara a lo que viene».

Fuente: ambito.com

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