Mañana se cumple el 90° aniversario de la creación de la fábrica estatal de aviones en Córdoba. Se llega con el triste record de no poder presentar el producto estrella: el nuevo Pampa III. La Casa Rosada había asumido el compromiso de apoyar el programa de fabricación de 3 aparatos, los primeros en serie pero una seguidilla de demoras en el giro de recursos tiene el proceso del IA-63 Pampa III en virtual parálisis.
El hangar 90 que alberga la línea de producción del jet entrenador luce bien pintado, silencioso, casi sin presencia de operarios. Semanas atrás autoridades de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) junto a Mario Frigerio, subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa en la cartera que conduce Oscar Aguad presentaron a la jefatura de Gabinete un plan para 2018.
Se proponen fabricar 9 Pampa III destinados a la Fuerza Aérea. Muy lejos de aquel pretencioso contrato por 40 aviones que tenía el kirchnerismo. El optimismo militante de la dupla Ercole Filippa, presidente de la planta y de su vice, Fernando Sibilla, colisiona con el Excell y el tablero de control de gestión por resultados de Gustavo Lopetegui, secretario de Coordinación de Políticas Públicas. «Si venden aviones pongo los billetes pero entréguenlos» palabras más o menos es la sentencia que repite Lopetegui.
El problema de fondo persiste. El Gobierno nunca definió una política de desarrollo aeroespacial para la defensa dentro del contexto del proceso de industrialización del país en el que se encuadre el rol de FAdeA. Sin inversión no hay desarrollo. La Casa Rosada mira la planta cordobesa como un gasto que debe ordenarse (reducirse) misión que se encomendó al ministro Aguad como antes se le había exigido al predecesor, Julio Martínez. El nicho tecnológico de un entrenador avanzado de bajo costo operativo está muy requerido en mercados regionales, africanos y del sudeste asiático. Bolivia ya expresó su interés y en la fábrica esperan que Mauricio Macri haga su parte durante la visita que hará al país Evo Morales en la segunda quincena de octubre.
El programa Pampa puede responder aunque lo aqueja otro tema no menor. Persisten 10 obsolescencias aún no superadas en componentes y conjuntos de sistemas críticos (tren de aterrizaje, cabina y otros). Para la Dirección General de Aeronavegabilidad Militar Conjunta dirigida por el brigadier Sergio Larsen, organismo dentro de la estructura del Estado Mayor Conjunto, encargado de habilitaciones y certificaciones, el número asciende a 22. Una obsolescencia técnica es la caducidad de partes, conjuntos o sistemas que son discontinuados por el desarrollo de otros con mejores prestaciones y funcionalidad. Resolver esas obsolescencias demanda tiempo, un activo que el tablero de control de Lopetegui no está dispuesto a conceder.
Huérfano de un producto o desarrollo en el sector, el ministro de Producción Francisco Cabrera estudia dar de baja el stand de Defensa en la Feria del Aire y del Espacio (FIDAE) que se realizará en Chile en 2018. La decisión también impactará en el universo de pymes de alta especialización que trabaja al servicio de FAdeA y del INVAP (Investigaciones Aplicadas S.E.), la otra empresa pública de Río Negro cuyo contrato de fabricación de radares tridimensionales canceló el Gobierno macrista.
Los industriales agrupados en la Cámara Argentina Aeroespacial y de Producción para la Defensa (CArAE) aún esperan respuesta del ministro de Defensa a un pedido de reunión de urgencia para conocer el rumbo de la actividad.
A principios de agosto la Decisión Administrativa 604/2017 firmada por Marcos Peña aprobó un contrato entre la Fuerza Aérea Argentina y la Fabrica Argentina de Aviones de 1.587 millones de pesos para que se preste servicios de mantenimiento a aeronaves de la fuerza hasta diciembre de 2018. A casi dos meses de su aprobación, la jefatura de Gabinete autorizó un giro de 160 millones de pesos y otro de 130 está en camino. El primero se esfumó en un clic. Fue repartido entre acreedores de larga data: proveedores nacionales e internacionales de la línea de producción del Pampa, de Hércules, servicios gremiales, pagos previsionales, etc. Al segundo lo aguarda un destino similar. El cliente, la Fuerza Aérea, a través del brigadier Guillermo Santilli, director general de Material, presiona por las demoras en la ejecución y entrega de aeronaves en mantenimiento. Impuso un auditor en la fábrica que monitorea a diario las tareas contratadas. El mantenimiento se perfila como el plan B si no la única función que se vislumbra para FAdeA. El secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Luis Ortega, ha señalado a medios cordobeses que «varios programas de trabajo no se concretaron; se están produciendo chalecos antibalas y vallas, pero no otras tareas relacionadas a la aeronáutica».
Aguad dio otra señal en Córdoba durante el acto de recepción de los cuatro aviones de entrenamiento Texan II, «la fábrica puede ser un gran taller de mantenimiento y reparación de aviones». La iniciativa de mejorar las prestaciones de la pista que posee la fábrica parece orientada al mismo objetivo. Es corta de no más de 1.500 metros y se proyecta dotarla de iluminación e instrumentos para aterrizajes nocturnos. Otras voces de la oficina de Lopetegui dicen que podrían ampliarla para utilización de las low cost y sumar atención logística en hangares ociosos.
Fuente: ambito.com