POR BOOM DE 0 KM IMPORTADOS Y BAJA INTEGRACIÓN NACIONAL DE AUTOPARTES
Con 70% de vehículos del exterior y 30% de nacionales con 92,5% de piezas e insumos de otros países, la incidencia total de la importación es de 97%.
Al mismo ritmo que crecen las ventas de autos, se suman los cuestionamientos porque esa demanda está alimentada por la avalancha de vehículos importados, especialmente de Brasil. En lo que va del año, el 70% de los 0 km que se comercializaron en el país vienen de fronteras afuera, lo que marca un nuevo récord. Pero eso no es todo. En realidad, la incidencia de la importación en la industria nacional es mucho mayor. Esto se debe a que los autos «made in Argentina» tienen una alta participación de piezas importadas.
Si bien no hay estadísticas oficiales, ya que varía según cada marca, se estima que el 75% de las autopartes que se utilizan para la fabricación de un vehículo en las plantas locales -medido en unidades- son importadas y el 25% restante -en un cálculo optimista- son piezas producidas en el país. Por eso, a los autos importados hay que sumarles el impacto de las autopartes que llegan del exterior para fabricar localmente. Pero hay más. Las autopartes denominadas nacionales tampoco son 100% argentinas. Como en el caso anterior, no hay datos certeros, sólo estimaciones de fabricantes y cámaras sectoriales. Con esa salvedad, el cálculo que realizan en el sector es que la proporción importado-nacional de una autoparte local tiene una integración similar o ligeramente mayor que la de un auto. Tomando un promedio, se podría estimar en que las piezas «nacionales», el 70% o un poco menos son insumos importados y el 30% realmente argentino. Así, con el 75% de piezas importadas y el 70% de insumos del exterior en las autopartes argentinas, cada auto que se produce en el país tiene un componente importado de 92,5%. Es decir, sólo 7,5% es producto nacional.
Esto es teniendo en cuenta el proceso de fabricación de un auto «argentino». Si se toma la totalidad de ventas en el mercado interno, la relación es más alarmante. Si el 70% de los 0 km que se venden llega del exterior, y del 30% fabricado localmente, el 92,5% es componente extranjero, esto quiere decir que en realidad de los casi 900.000 0 km que comprarán los argentinos este año, aproximadamente el 97% serán vehículos o insumos importados y sólo entre 2,5% y 3% representará la participación de piezas 100% nacionales. Como consuelo, hay que sumarle a la industria local el impacto de los 0 km y autopartes que se exportan pero, aun así, apenas supera el 3% la participación de bienes nacionales en la totalidad de la industria local.
La semana pasada, la asociación que agrupa a los fabricantes de autopartes (AFAC) difundió un informe que alerta por esta situación. «En el primer semestre de 2017 las importaciones de autopartes crecieron un 8% con relación a igual período de 2016, alcanzando a u$s3.788 millones; mientras que la producción de vehículos ha caído el 2,1% en el mismo período, evidenciando un mayor peso de las importaciones de componentes en la fabricación de automotores» concluye el trabajo.
Esta radiografía es lo que sucede si se mide auto por auto y pieza por pieza a la industria nacional. Pero hay que tener en cuenta un factor importante. Además de los insumos hay todo un proceso de transformación que tiene que ver con la parte laboral, logística y de servicios. El sector automotor está compuesto por 11 terminales y unos 500 autopartistas con 200.000 trabajadores directos o indirectos lo que representa el 2% del empleo privado y equivale a aproximadamente el 3,5% del PBI argentino y el 35% de las exportaciones nacionales.
El gobierno y las empresas están trabajando para aumentar la integración de autopartes. De hecho, algunos ejemplo como las cajas de transmisión y motores que se producen en el país muestran números mejores, pero hay un problema de resistencia a las inversiones en el sector autopartista como consecuencia de la inestabilidad económica que cíclicamente viene mostrando la Argentina en las últimas décadas.