Con una metáfora futbolera, la elección legislativa 2017 se definirá en el «escritorio», pero no de las autoridades deportivas, sino del juez con competencia electoral de la Provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Culotta. La paridad de resultados, la inmediata denuncia del kirchnerismo por manipulación de los resultados cargados en el escrutinio provisorio y la cantidad de votos impugnados o recurridos darán especial protagonismo al recuento definitivo de los sufragios, que comenzará hoy y se extenderá al menos hasta la última semana de agosto. A pesar de no ser definitoria en cuanto a los cargos elegidos, y solo se transformó en una costosa encuesta fidedigna, la situación en la que quedó inmersa la PASO anticipa una idéntica disputa luego del 22-O, cuando se pongan en juego real las bancas del Congreso. Si encuentra obstáculos, Unidad Ciudadana volverá a impugnar al juez subrogante, con la llave que la propia Cámara Nacional Electoral le dio al cuestionar el accionar del magistrado bonaerense en duros términos.
Si bien la demorada carga de telegramas remitidos por el Correo Argentino (y plantada en el 95.68% del total de mesas) no permitió individualizar si Cambiemos o Cristina de Kirchner obtuvieron la mayor cantidad de votos por fuerza en las PASO, el procedimiento, en términos legales, no tiene valor jurídico. Es por eso que el kirchnerismo analiza apuntalar su denuncia pública de manipulación de datos con una eventual presentación judicial, o apostar directamente al recuento definitivo, encabezado por la Junta Electoral bonaerense. En ese recuento legal y definitivo, clave por los impugnados y por las mesas donde los telegramas no fueron cargados está la posibilidad de un «triunfo» en las PASO, que de mantenerse la exigua diferencia el 22 de octubre, puede transformar la general en una suerte de «balotaje legislativo».
Es en este punto donde cobra protagonismo la secretaría electoral con asiento en La Plata que como vine informando Ámbito Financiero desde fines de marzo- se encuentre en medio de una puja por el nombramiento por parte del Consejo de la Magistratura de Culotta, que los K vinculan al secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, vía el multi abogado de funcionarios, Alejandro Pérez Chada. Será la justicia con competencia electoral la que valide la contabilidad voto a voto a través del proceso de cómputo final donde se compulsarán actas de escrutinio y se fiscalizará todo lo que los apoderados de los partidos pidan y obtengan de la secretaria electoral. Ese proceso con promedio de diez días corridos- comenzará hoy a las 18 en el escenario del Teatro Argentino de La Plata. Sin embargo, si la cuestión se empantana en objeciones y la diferencia puede darla un puñado de votos, podría solicitarse la apertura de las urnas custodiadas en un galpón de la calle 71 de La Plata, lo que puede extender el trámite hasta fines de agosto. Hay 38.514 votos, que por lo menos no fueron contados todavía, universo que puede estirarse a los 400 mil por las mesas sin carga. En el camino, las decisiones de Culotta deberán ser revisadas por la Cámara Nacional Electoral, máximo tribunal de control legal de los comicios.
La discusión hoy es por la carga de los telegramas en los sistemas de la Dirección Nacional Electoral, no por su contenido. Los telegramas sirven para delimitar el recuento definitivo y dan una idea de la asignación de fiscales que deberán disponer los partidos políticos. Sin embargo, si la confección de las actas de escrutinio comparadas con el telegrama del Correo con las que no deberían tener diferencias-, puede habilitar una segunda tanda de objeciones e impugnaciones en la justicia electoral. Hasta el momento y pasadas recién las primeras 24 horas, esos tribunales no recibieron presentaciones de esa índole, y como informó este diario, durante el proceso, no hubo denuncias de posible fraude, sino irregularidades menores. Ayer solo se asentó en Comodoro Py un escrito en sintonía con la posición de Unidad Ciudadana por «abortada información a la ciudadanía» con referencia al conteo provisorio.
Una de las cartas que podrán jugarse en el proceso tiene que ver con objeciones a Culotta, cuya situación de subrogancia nunca llegó a ser ratificada antes de los comicios y solo recibió un tibio guiño favorable en la previa, por parte de la Cámara Federal de La Plata. Fue la propia CNE la que dará los argumentos al kirchnerismo para cuestionarlo: cuando se ratificó la imposibilidad del espacio de Mario Ishii para competir dentro del espacio de Florencio Randazzo, la CNE fue muy dura con respecto al rol del juez. «No es difícil advertir que la actitud asumida por el señor magistrado de primera instancia en las presentes actuaciones no se condice con la eficaz prestación del servicio de justicia», reprocharon los camaristas Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía. «El señor juez de grado acabó privando de la jurisdicción a una parte que merecía la resolución del caso», fue parte del reto que incluyó el giro de las actuaciones al Consejo de la Magistratura «a efectos de adoptar las decisiones que con la premura que las circunstancias exigen». En otras palabras, que lo sometan a un análisis disciplinario. Ese argumento podría ahora volver a ser esgrimido como parte de la estrategia de Unidad Ciudadana en los próximos días.
Fuente: ambito.com