Ajuste, precarización, retrasos en pagos, convergencia. El gremio de prensa no es ajeno a la coyuntura general de la clase trabajadora argentina. Desde Jujuy hasta la Patagonia, tanto en medios afines al gobierno como en opositores, el periodismo atraviesa una crisis que se ve reflejada en decenas de conflictos que tuvieron lugar en los últimos meses.
Cuando las empresas buscan abaratar costos, la principal variable de ajuste suele ser el trabajador; en este caso, el periodista o el de prensa. En el último año y medio, hubo 2500 despidos de periodistas, de los cuales unos 1400 ocurrieron en Buenos Aires, donde se encuentran los medios nacionales de mayor envergadura.
Fernando «Tato» Dondero, secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), dio su punto de vista a Tiempo: «Hay un cambio rotundo en la otorgación de pauta oficial, que tiene un correlato en la pauta privada y esto genera crisis en las empresas, que no dudan en descargarla sobre los trabajadores». Para Dondero, el panorama se completa «con un Ministerio de Trabajo que da audiencias, pero no da ningún tipo de cobertura ni de apoyo a los trabajadores, sino al contrario. Las empresas aprovechan y tienden a destruir los lugares con una organización sindical fuerte. Estamos peleando y pidiendo una reacción de las organizaciones sindicales porque necesitamos una resistencia y una oposición clara a una política económica antiobrera».
En Página 12 (Fundación Octubre, dirigida por Víctor Santamaría), Radio del Plata (Electroingeniería, de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra), Editorial Perfil (Jorge Fontevecchia), Ámbito Financiero, Ámbito.com y Diario Registrado (Grupo Indalo, de Cristóbal López), se registraron atrasos en los pagos de salarios y del aguinaldo, lo cual motivó a distintas medidas de fuerza como paros y quites de firma. En Crónica y BAE Negocios (Grupo Olmos) despidieron a cinco trabajadores. En Télam, la gestión estatal despidió en los últimos días a dos trabajadores; uno, con el agravante de haber sido por una pregunta incómoda al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. En Radio Nacional, la empresa estatal negoció el aumento salarial con menos de la mitad de los sindicatos y negó la participación de los representantes de los trabajadores de prensa en la paritaria. En CN23 (Indalo), se anunció una reestructuración a partir de la cual no se producirán más contenidos propios; eso se traduce en unos cien «retiros voluntarios».
En Clarín crecen los rumores de una nueva apertura de retiros voluntarios. Estos últimos estuvieron abiertos durante 2016 y por esa vía se fueron más de 150 trabajadores. Mientras la Comisión Interna busca mejorar la pésima paritaria firmada por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), la empresa apunta a la convergencia: ya se lanzaron talleres para enseñar las artes del «Face live», que consiste en que un periodista con un celular transmita en vivo por Facebook. El concepto de convergencia se basa en que un periodista filme, saque fotos, escriba, hable en la radio y salga en la tele; todo, por un único salario. En La Nación, la situación es muy similar.
Clarín y La Nación son los principales accionistas de la agencia DyN, donde los trabajadores denunciaron un «ajustazo», con pérdida de puestos de trabajo y desinversión. «En Infobae, hay una situación parecida, que se recrudece con una patronal muy dura (conducida por Daniel Hadad) y un grupo de trabajadores muy joven, con poca experiencia sindical», advirtió Dondero.
En el Interior
En el Interior del país, la situación es más delicada. Miguel Iademarco, secretario de Interior de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPren), aseguró a este medio: «La situación en las provincias es lamentable; sobre todo, al interior de cada provincia, donde es nefasto. Pero incluso en las capitales el nivel de precarización es enorme».
En Neuquén, hace años se reclama el pago de porcentaje por zona. Hoy, está en el 20% y en el resto de las actividades es mínimo del 40%. Los casos más resonantes de las últimas semanas se dieron en Mendoza, con retiros voluntarios en el diario Uno y Los Andes, tres despedidos en el multimedios Uno (del grupo Vila-Manzano), y uno en el diario Los Andes; en La Plata, el diario Hoy (del sindicalista Marcelo Balcedo) no cumple con el convenio colectivo; en Corrientes, el diario Uno (La República, vinculado al gobierno provincial) tiene a todo su personal sin registrar, el diario Norte tiene al personal como monotributistas y en Época, El Litoral y El Libertador se niegan a cumplir el convenio y pagan salarios a la mitad; en Río Gallegos, el cierre del multimedios Prensa Libre (Lázaro Báez) dejó a más de 40 trabajadores en la calle, mientras el diario La Opinión Austral (Héctor Perincioli), pretende dejar en la calle alrededor de 60 trabajadores, con la presentación de un preventivo de crisis; en La Pampa, el diario La Reforma paga los salarios en dos cuotas y hubo cuatro despidos en Radio Nacional Santa Rosa; en Bahía Blanca, el multimedio La Nueva Provincia (familia Massot) despidió a 31 periodistas; en Comodoro Rivadavia, el diario El Patagónico (Indalo), cerró Patagonia Pop y hubo 27 retiros voluntarios, mientras que Canal 9 (PROTEL) despidió a cinco trabajadores; en Viedma, hubo 12 despidos en el diario Noticias de la Costa; en Bariloche, hubo cinco despidos en la web AND, y tres en Radio Nacional, que además tiene 2 monotributistas y 7 trabajadores en negro, mientras la agencia de El Río Negro despidió a 3 trabajadores; en El Diario de Paraná, en Entre Ríos, hubo reclamos por el mantenimiento de las fuentes laborales y el cobro de haberes en tiempo y forma.
«La situación de precariedad se vio incrementada por la política antiobrera del gobierno. Los empresarios pisotean los derechos de los trabajadores y a estos debemos sumar el alto porcentaje de trabajadores no registrados en situaciones aún más críticas», dijo Iademarco.
El dirigente remarcó la fuerte tendencia a tratar de imponer la multitarea en las empresas periodísticas. «Esto resulta más fácil de imponer aún entre los trabajadores jóvenes, recién graduados y sin experiencia sindical, que desconocen prácticamente todos sus derechos. Muchas emisoras de FM y portales web no cumplen los convenios colectivos ni registran a sus trabajadores. Mientras tanto, en el interior de las provincias la precarización es muy superior; en muchos casos, viven del canje con los comercios del barrio», resumió Iademarco.
El avance tecnológico y la eterna crisis son los principales argumentos empresarios para despedir y precarizar a los trabajadores de prensa. En el medio, aparecen nuevas formas de desarrollar emprendimientos periodísticos: El Ciudadano, de Rosario; La Portada, de Esquel; El Diario del centro del país, de Villa María, Córdoba; Tiempo Argentino, de Buenos Aires. Todas son empresas vaciadas y recuperadas por sus trabajadores que funcionan a base del esfuerzo, la dedicación, el profesionalismo de los trabajadores, y del apoyo de los lectores, que son su principal fuente de ingresos. «
Fuente: tiempoar.com.ar