LA OPERACIÓN PODRÍA LLEGAR A LOS U$S1.400 MILLONES
El BBVA había hecho la mejor oferta sobre la entidad que hoy está en manos brasileñas. Pero habría salido de carrera al quedar enfrentada al Gobierno nacional por su decisión de ajustar su balance por inflación.
El Gobierno parece haber despejado uno de los últimos obstáculos que tenía el presidente del Macro, Jorge Brito, para cumplir sus planes de expansión en el sistema financiero local y quedarse, finalmente, con una mayoría accionaria del Banco Patagonia. Todo estaba dado, hasta hace poco, para que fuera el BBVA Francés la entidad que se impusiera en la pelea por la compra de esta compañía. El precio ofrecido había superado al que habían propuesto sus otros competidores (Macro e Itaú), y la ampliación de capital ya había sido aprobada por su asamblea de accionistas.
Pero el banco quedó enfrentado al Gobierno por un inesperado conflicto. Y los funcionarios ya le habrían anunciado a los ejecutivos de la entidad, en estas últimas semanas, que desaprobarán su proceso de venta. La oferta del Itaú habría quedado muy por debajo de las pretensiones. Y de esta forma el camino habría quedado completamente allanado para Brito. El Patagonia está hoy en manos del Banco do Brasil (59% del capital accionario) y Jorge Stuart Milne (18,6%).
El BBVA ya había aprobado y anunciado su ampliación de capital. La adjudicación será la semana próxima (18 de julio). Pero el rumbo que tomaron las negociaciones lo forzará a pensar otros destinos para los recursos que llegue a captar en esta operación: aumento de préstamos, nuevos clientes y mejoras a la plataforma tecnológica.
Todo cambió cuando se supo que el BBVA había decidido hacer un «ajuste por inflación» en la presentación de su balance de 2016. A pesar de que hoy esto está prohibido por la legislación argentina, la compañía había considerado que estaba habilitada para hacerlo porque el Impuesto a las Ganancias resultaba confiscatorio. Y dado que hay jurisprudencia sobre el tema, resolvió hacer al mismo tiempo una presentación ante la Justicia. La decisión le permitió realizar un menor desembolso ante la AFIP y, de este modo, mostrar mejores resultados (ya en el primer trimestre de 2017) que los que hubiera tenido que informar en sus estados contables.
Diferencias
El Banco Central le objetó su decisión de aplicar el «ajuste por inflación», sin ninguna consulta previa, y lo obligara a hacer una previsión de $1.185 millones este mismo mes en su balance (es decir, considerar este monto como una «pérdida»), para que pudiera hacer frente a una posible contingencia que debería afrontar ante un revés judicial. Y hace unos pocos días, la AFIP ordenó realizar inspecciones en la entidad para identificar sus cuentas y revisar los criterios que había aplicado al armar sus estados contables.
De esta manera, la balanza empezó a inclinarse en favor del Macro. Son tiempos en los que el banco atraviesa una buena relación con el Gobierno. Fue esta entidad una de las que, el jueves pasado, cuando el dólar tocaba un récord de $17,50, salió a la plaza con una fuerte venta de divisas y terminó haciendo retroceder 20 centavos el tipo de cambio. Los mercados, que habían mostrado su nerviosismo por la rápida escalada del billete, recuperaron desde entonces la calma.