Casi la mitad de los salarios está por debajo de la línea de pobreza

Después de un año largo de caída en las principales variables, la economía empieza a dar señales de reactivación. «Lo peor ya pasó», aseguró la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, frente a un auditorio colmado de industriales el jueves pasado.

Sin embargo, los indicadores de consumo siguen registrando números negativos por el retroceso del empleo y del poder adquisitivo de los salarios (ver nota aparte).

Según estimaciones propias basadas en los datos difundidos por el Ministerio de Trabajo (SIPA), la mitad de los asalariados registrados del sector privado percibieron en junio ingresos netos mensuales por debajo de los $ 15.954 cuando la Canasta Básica Total que mide el Indec y establece la línea de pobreza se ubicó en ese mes en 15.578 pesos.

El promedio de los salarios netos de estos trabajadores, según el mismo informe, se ubica en $ 19.560 mientras que la Canasta de Consumo en Hogares que establece los ingresos necesarios para acceder a bienes y servicios elementales para vivir como el esparcimiento o equipamiento del hogar, entre otros, y que mide la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, llegó a los $ 24.704 en junio.

Por su parte, según CAME, las ventas minoristas (contracara del consumo masivo) acumulan 19 meses consecutivos de caídas. En julio, cayeron un 1,6% en relación con el mismo mes de 2016 en el que, a su vez, ya habían retrocedido un 8,1% en relación con 2015.

Una campaña en el vacío

La reactivación de la economía será uno de los ejes de la campaña electoral del oficialismo de cara a las elecciones de octubre. Cambiemos buscará instalar la idea de que el camino de la recuperación y el crecimiento ha comenzado y que eso se traducirá en una mejora en las condiciones de vida de la población.

La rueda de la economía aparenta haber comenzado a girar según los últimos datos del Indec. El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) creció un 4% interanual en junio y ya lo había hecho un 3,4% durante mayo. El Estimador Mensual Industrial (EMI) arrojó un crecimiento del 5,9% en julio en relación con el mismo mes de 2016 y el Índice de la Construcción (ISAC) saltó un extraordinario 20,3% en julio en relación con el año anterior.

En tanto, el empleo privado registrado, más tibio, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) registró un incremento interanual del 0,8% en los puestos de trabajo de junio respecto de un año atrás.

Con todo, ninguno de estos datos sirve para devolver la economía a los niveles de 2015 ya que, por ejemplo, el EMAE (con base 100 en 2004) se ubicó en junio en 160,6 cuando en el mismo mes de 2015 había llegado hasta 162,3. En el caso del EMI, el crecimiento del 5,9% es con relación a julio de 2016, que había retrocedido un 7,9% en relación con 2015. Para el ISAC, el crecimiento del 20,3% resulta de la comparación con julio de 2016 que había sufrido un retroceso de un 23,1 por ciento.

Para Santiago Fraschina, director de la carrera de Economía de la Universidad de Avellaneda, «hay un crecimiento estadístico basado en el sector agroexportador y la obra pública impulsada por la campaña electoral. Esto va a dejar de pasar después de octubre, cuando empiecen de nuevo con un ajuste fenomenal».

En el caso de los datos de empleo del sector privado registrado, la leve recuperación del 0,8% implica un crecimiento absoluto de 50 mil trabajadores en blanco comparados con el mismo mes del año anterior cuando se habían perdido 80 mil en relación con 2015. Al observar los datos desglosados, la industria registró una pérdida interanual de 33 mil puestos que fueron compensados especialmente por la creación de 38 mil empleos en la construcción, motorizados por la obra pública.

Si se analizan los datos totales del empleo registrado se observa una recomposición general de un 1,5% que se explica especialmente por los monotributistas, que crecieron un 4,05% y un 11,13% para el caso de los monotributistas sociales.

Para Marcelo Ramal, economista de la UBA y legislador porteño del Frente de Izquierda, «de los 180 mil empleos registrados que supuestamente se crearon, el 60% son monotributistas. Pero muchas son personas que trabajaban y dejaron de hacerlo, es decir que en realidad son despidos o personas que entraron a alguna forma de trabajo precario».

La dinámica del empleo y el salario impacta en el consumo. Según un informe proporcionado por el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma sobre la evolución general de los salarios con fuente Indec y la Dirección de Estadística de la CABA, la pérdida del poder adquisitivo del salario desde octubre de 2015 a junio de 2017 es de un 6% y llegó a superar el 10% en junio de 2016 «por un retraso de las paritarias».

Salario y pobreza

Una de las muletillas del gobierno nacional desde que se conocieron los primeros datos de pobreza, a mediados del año pasado, es que con el trabajo se sale de ese estado social. Sin embargo, en la Argentina, el trabajo no alcanza para salir de la pobreza ya que los ingresos de la población están muy cerca, o directamente por debajo, del límite que marca la Canasta Básica total del Indec.

Por caso, el organismo oficial estadístico señaló que en el primer trimestre de este año (último dato disponible) los ingresos promedio de siete de cada diez trabajadores se encontraban por debajo de los $ 14.090,52, el valor de la CBT a marzo pasado. Y la mitad de la población que afirmó que tenía ingresos percibía menos de 10 mil pesos por mes, muy debajo de la CBT.

Los bajos ingresos también tienen un correlato en una mayor desigualdad. Según ese mismo informe, el 50% de la población de menores ingresos obtiene apenas el 20% de los ingresos totales, mientras que el 10% de mayores ingresos percibía prácticamente el 31% del total.

Según el Observatorio del Derecho Social, que funciona en el ámbito de la CTA Autónoma, al cierre del primer trimestre de este año, el 35% de los ocupados percibía un ingreso inferior al salario mínimo, vital y móvil.

En tanto, Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE), de la Universidad de Belgrano, consideró que «para reducir la pobreza, se requiere que los ingresos de los más pobres crezcan a una tasa mayor que los del resto de la población. Por lo tanto, el desarrollo económico debe estar direccionado hacia favorecer a los sectores de menores ingresos».«

Abajo de todo: peones, mozos y docentes

Según datos de AFIP del mes de mayo, los gremios en blanco que menos salario neto promedio recibieron fueron los del sector agrícola, con $ 10.794, seguidos por los empleados hoteleros y gastronómicos, con $ 11.092, y los docentes con
$ 11.771. Los mineros, en el otro extremo, percibieron $ 53 mil.

Fuente: tiempoar.com.ar

También podría gustarte Más del autor

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.